En este mes habíamos visitado a las familias sin recursos, y las hemos llevado a la jornada de los pobres, en la que el Papa organizaba una comida para todos ellos, y para nosotros como acompañantes, tuvimos la suerte de comer en la sala Paolo VI del vaticano, con el Papa.
¡Hola!
Por última vez voy a entrar en mi ordenador para escribir estas líneas. ¡Qué emoción! Se acabó la fantástica experiencia del voluntariado europeo. No habrá más, no habrá algo parecido en mi vida. Esta experiencia está en mi piel y la llevaré conmigo en mi árbol de vida.
Esta semana será mi última aquí en Gijón. Mi voluntariado se va a acabar el 3 de diciembre y voy a volver a Alemania. Qué raro pensar que he estado en otro país durante tantos meses. Me parece como si hubiera sido solo un mes, pero al mismo tiempo mi vida en Alemania me parece como si fuera otra vida, que viví hace 10 años.