Europa

Kaixo! Como había dicho en el blog anterior, aproveché los 4 días del puente de la Semana Santa para viajar de nuevo y descubrir otras regiones del Norte de España: País Vasco y Cantabria. Y tuve mucha suerte con el tiempo!

El jueves a las 9 de la mañana, salí de mi casa, muy entusiasmada, y caminé hasta la estación de autobús. Se notaba que era un día de vacaciones porque no había mucho tráfico y las estaciones de autobuses de Gijón y Oviedo estaban llenas. Viajé en las condiciones perfectas: el tiempo era increíble, estaba en un asiento a lado de la ventana y pude admirar los paisajes (mención especial a la zona dónde ves los Picos de Europa de un lado y el mar al otro lado!) hasta mi primer destino: Bilbao.

Mi primer viaje a España fue a Bilbao en abril de 2016, cuando todavía estaba en el instituto, así que fue divertido volver allí 7 años después (imagino la cara de mi profesora de español de la época si supiera que vivo en España y estoy de nuevo en Bilbao!). La gran diferencia es que ahora entiendo a la gente: recuerdo que el primer día fuimos a una visita guiada del centro de Bilbao y toda mi clase pensaba que la guía hablaba demasiado rápido y que era imposible entenderla, pero ahora pienso que la gente habla "normal" en comparación con otras partes de España!

Cuando llegué, descansé un poco y después fui a (re)descubrir la ciudad que me pareció más moderna y más preciosa que la primera vez. En esos días había un festival sobre la cultura vasca y la ciudad estaba muy animada, también habían muchos turistas extranjeros. El día siguiente hice dos actividades que ya hice en 2016, en la mañana visité el Museo Guggenheim, dónde habían dos exposiciones muy interesantes, y por la tarde fui al Puente Colgante, o Puente Bizkaia en la ría de Bilbao. El Puente Bizkaia es la atracción perfecta si te gustan las sensaciones fuertes: hay que tomar un ascensor para subir a la pasarela, que está a 50 metros sobre el mar y dónde hay unas vistas impresionantes si no tienes vértigo (al contrario que la primera vez, no tuve miedo)!

El sábado me fui, por un día, a visitar San Sebastián. La ciudad era muy hermosa y muy elegante, y parece el lugar perfecto para pasar tus vacaciones de verano. Como no tenía mucho tiempo, me inscribí a un "Free walking tour" para ver los lugares esenciales de la ciudad y conocer un poco su historia, y el guía fue genial (además era un fan de Asturias!), explicó con muchas anécdotas la historia de San Sebastián y del País Vasco, y sobre todo la cultura de los "pintxos" y por qué la gastronomía es tan importante en esta ciudad. También aprendí mucho sobre los diferentes estilos de arquitectura del centro, que es muy impresionante.

Antes de volver a Gijón, última etapa de mi viaje por las ciudades de la costa Cantábrica: Santander. El tiempo todavía era muy agradable y cuando fui al paseo marítimo descubrí un sitio dónde hay tumbonas justo frente al mar, además con mucho espacio, y pensé "por fin, un lugar perfecto para tomar el sol y no hacer nada"! Pero no pasé toda la tarde en las sillas largas, caminé hasta la Península de la Magdalena que es un lugar un poco especial, no esperaba ver a un parque zoológico allí!

Finalmente volví a Gijón a las 9 de la tarde, después de un viaje más largo de lo previsto porque había un atasco cerca de Oviedo, un poco cansada pero con muchos buenos recuerdos y paisajes increíbles en la cabeza.