Un ojo que ríe y otro que llora - Claudia Hahn desde España

El fotoshooting

Empezamos con la despedida porque pasó primero.

El fin de semana quedé con Solveiga por última vez ya que se iba para Inglaterra el lunes.

Pasamos una tarde muy divertida juntas. Para ser sincera no estaba muy triste. Ella tampoco. Fue más algo incrédulo. A ninguna de las dos nos pareció un adiós, más bien como un "Hasta luego" como se dice siempre aquí. ;)

Sacamos muuuuchas fotos en la playa de nosotras, lo que fue muy divertido, de verdad. Probablemente, algunas podrían ser material perfecto para Instagram.

 

 

A continuación fuimos al hostal dónde se alojaba durante los últimos meses. Queríamos ver Eurovisión y había preguntado a Marine si le gustaría venir también porque ella quería verlo juntas con las otras voluntarias. Tenemos un grupo con las voluntarias de Asturias. El problema es que este grupo está más o menos muerto, porque más que la mitad ya han vuelto a sus países. Al final, Solveiga y yo no estábamos a la hora y tuve que retirar mi invitación y me sentí un poco mal por eso. Lo siento, Marine. :(

Cena I

Al final, Solveiga y yo cocinamos juntas y usamos los últimos ingredientes que tenía Solveiga en su refrigador. Así surgió una cena de restos de patos con pesto, huevos, pepino y pimiento verde.

Muy saludable. Muy verde.

Pero estaba rico.

 

Después empezamos a ver el principio de Eurovisión pero no llegamos más allá que dos canciones porque las dos nos dormimos casi en el sofá. Menos mal que alguien iba a celebrar su cumpleaños en el piso de abajo.  

Cena II

Había un grupo de voluntarios que estaban cocinando abajo y entonces tuvimos otra cena con comida riquísima. Fue un pequeño banquete con comida típica alemana (porque claro, en el hostal hay muchos alemanes) y algo de Venezuela, ¿puede ser? Los cocineros lo habían hecho muy bien. Como Solveiga y yo no habíamos comido mucho, la segunda cena entró perfectamente.

 

Si alguien reconoce la comida que estaba hecha con maíz, por favor, avisame. ¡Estaba muy rico!

A medianoche nos echamos a cantar para la persona que era su cumpleaños y ésta se alegró mucho por la comida. A veces tengo envidia de Viktoria, la otra voluntaria alemana en Gijón, que vive en el hostal. Ahora entiendo muy bien porque dice que ama el hostal por vivir esos momentos.

La despedida inesperada

Al final, Sol me acompaño hasta la playa y de hecho, le había prometido despedirme al día siguiente de ella, volviendo otra vez a su hostal. De alguna manera las dos no logramos quedar. Estaba un poco triste porque no me respondió a mis mensajes y realmente quería despedirme de ella de manera apropiada. Al final vi en un BeReal de Viktoria que estaban con un grupo del hostal en la playa. Había pasado la tarde con la gente del hostal y por eso no miró su móvil. Lo puedo entender pero en aquel momento me puso un poco triste que no me había preguntado si quería ir con ellos ya que queríamos quedar de todos modos. Solo a las once de la noche, de vuelta en el hostal, me respondió. A veces las cosas pasan así. En alemán decimos: Primero pasa una manera y segundo de otra forma de la que piensas. Sin embargo me dijo que había dejado un regalo para mí que tengo que coger la próxima vez que veo a Viktoria. No tengo ni idea de lo que se trata.

Estoy convencida de que no ha sido la última vez que nos vimos, Solveiga y yo.

  

De la despedida pasamos a la bienvenida.

El martes vino mi amiga alemana para visitarme. ¡Qué alegría! Se llama Xenia y nos conocemos de la escuela. Estaba muy nerviosa, pero de forma positiva. Me alegré mucho de verla. Tenía mucha curiosidad por saber qué iba a decir de Gijón, la ciudad, del piso y también de mi trabajo ya que el miércoles y el jueves me acompaño a los grupos de conversación.

Después de los primeros días juntas tengo que decir: Qué útil puede ser tener una asistente ehhh amiga en casa. Realmente me siento como si tuviera una ama en casa. Cuando llegué a casa siempre había cocinado para nosotras, desde arroz con curry hasta quiche hecha en una cazuela (desafortunadamente no sacamos una foto pero pareció a algo como una mezcla entre quiche, tortilla y pizza) y ya tengo ilusión para lo que habrá hoy jaja.

Pasé los últimos días junto con ella mostrándole la ciudad. Bueno, en parte ya lo había hecho sin mi ayuda. El otro día dio un paseo y me contó que había pasado por una estatua y todos sacaban fotos de ésta. Por eso, también se echó a sacar fotos. Resultó que había pasado por Elogio del Horizonte, lo que yo había previsto hacer junto con ella para esa tarde... Cambio de planes entonces: Fuimos a la playa y al centro, pasando por la Plaza Mayor (por dónde también había pasado por la mañana xD) y claro, sacamos una foto de nosotras delante de las letronas de Gijón:

Realmente puede ser muy relajante hablar en tu lengua materna, qué curioso.

Al pasar por las calles explicándole cosas sobre Gijón me di cuenta de lo normal que ya era todo para mí, por ejemplo el horario español, cenar tan tarde, los supermercados que solo abren a las 9 de la mañana, los pinchos con tortilla, el tiempo...

 
También la cantidad de distintos helados, ¡wow! 

Es una pena que el tiempo no sea muy bueno esta semana. Aunque no le molesta a Xenia. Se vieste como desea: En pantalones cortos y en una camiseta corta...Tampoco trajo un paraguas. Hubiera debido mandarle el audio con mis consejos para la ropa antes, creo...)

La loca fue también al mar, pese al frío que hace ahora y recibí un mensaje de que se ha ido a la playa otra vez.

Espero que el fin de semana haga mejor tiempo para que no se vuelva enferma, ayyy.