El tiempo vuela - Lidia Conejo desde Alemania

Hey! Ya estoy aquí para contaros mis aventuras de marzo. Este mes ha pasado volando, supongo que eso sea una buena señal, aunque espero que la segunda mitad de mi proyecto no pase tan rápido como estos últimos meses. En el trabajo empezamos a organizar más actividades y poco a poco empiezan a venir más adolescentes al centro.

Hoy me gustaría hablaros de mi experiencia con la barrera del lenguaje. De todas las barreras que hay a la hora de adaptarse en un nuevo país, para mi en Alemania la mayor barrera ha sido el idioma. Cuando llegué aquí no sabía nada de alemán, en mi proyecto sólo uno de mis compañeros y 3 o 4 adolescentes hablan inglés, así que al principio la comunicación con el resto de mis compañeros y con los adolescentes fue difícil. En Fürstenwalde no mucha gente habla inglés y la mayoría de los voluntarios aquí tienen un buen nivel de alemán, así que en mi día a día tengo que usar también el alemán. Todo esto ha contribuido a que poco a poco empiece a hablar y a entender cosas simples para poder comunicarme. Aunque mis coordinadores, compañeros y los otros voluntarios me están ayudando mucho.

Están llegando a Berlín muchos refugiados desde Ucrania, así que junto con una de mis amigas rusa fui durante este mes a ayudar a la estación central de tren. Llegan trenes y autobuses llenos de gente y nuestra tarea era guiarlos por la estación para que pudieran recibir comida, billetes para otras ciudades de Alemania/Europa, refugio temporal, productos de higiene... También están llegando las primeras familias a Fürstenwalde así que les estamos ayudando con el alojamiento temporal, productos básicos y con el proceso para conseguir el visado y ayudas económicas.

Este mes tuvimos un seminario local durante tres días en el que tuvimos varios talleres sobre alimentación ecológica y reciclaje. Pudimos aprender sobre los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, también tuvimos la oportunidad de crear nuestros propios productos reutilizando materiales y cocinar todos juntos las comidas. En la segunda parte del seminario hablamos sobre nuestros problemas en los pisos y en nuestros proyectos y nuestras expectativas para los próximos meses. Todos los meses tenemos una jornada cultural (KBT) donde nos llevan de excursión a algún sitio y hacemos actividades todos juntos. Este mes nos llevaron a Wittenberg, la ciudad de Martín Lutero donde se inició la reforma protestante. Allí aprendimos más sobre el protestantismo y también fuimos a una imprenta donde pudimos crear nuestra propia plantilla.

 

Por último, pero no menos importante, mi viaje de este mes fue Suiza. Fui a visitar a mi mejor amigo, que lleva allí tres años. Fue solo un fin de semana, pero tuvimos tiempo para recorrer varios lugares y hacer una barbacoa en el lago. También tuve la oportunidad de practicar mi alemán, ya que estuvimos en la parte alemana, no me sirvió de mucho porque el alemán de Suiza es bastante diferente al alemán aquí.
 
 
   
 
El mes que viene os seguiré contando mis aventuras, ¡nos vemos!