¡Hola a todos!
Otra vez, siento por el retraso de mi tercer blog. Pero ahora es cuando tengo el tiempo suficiente para poderos hablar de mi mes de diciembre, que ha sido bastante completo.
Diciembre comenzó con mi mid-term, que se llevó a cabo en Toruń, una preciosa ciudad de Polonia, que sin duda la pondría en mi top 5 de las ciudades más bonitas de Polonia. Si el primer training en Varsovia me encantó, este ha sido una maravilla. Todas las personas que he conocido allí, las actividades que realizamos, el encanto de la ciudad... Es increíble como en solo 5 días algunas personas pueden marcarte tanto en tu vida. Sin duda, una de las mejores experiencias que he vivido durante el voluntariado.
Una vez de vuelta a Rzeszów, seguí con mi agenda diaria de actividades en los distintos colegios y con el trabajo de oficina.
Uno de los eventos más destacables que todos los voluntarios pudimos disfrutar, fue el evento Global Village que lo tuvimos en una de las escuelas que vamos más a menudo. Básicamente consistía en que voluntarios y estudiantes de distintas partes del mundo que viven en Rzeszów, acudíamos a este evento para hablar de nuestros países y jugar a juegos con los estudiantes del colegio. Tuvo un éxito tremendo, y más cuando 15 nacionalidades distintas se juntan en una misma habitación en Polonia, porque creedme, al menos aquí en Rzeszów no es tan común ver tantas nacionalidades distintas reunidas en un mismo lugar.
Antes de volver a nuestros países por Navidad, hicimos un amigo invisible en la Organización. Antes de despedirnos oficialmente de las voluntarias del short-term, queríamos hacer algo especial en la oficina. Y la vedad que parece que nuestro amigo invisible nos conocía muy bien.