¡Por fin llegó el caloret mediterráneo! Sin duda, Mayo me ha sorprendido con unas temperaturas dignas del mediterráneo. Aunque este mes tiene un sabor un poco agridulce porque dos de mis mejores amigos aquí han finalizado el proyecto y se han ido a sus respectivas casas de sus respectivos países (eso implica ayudarles con la mudanza y es un rollo jaja).
Pero de todas maneras, no podría estar más dividida: por una parte me muero por volver a mi Galicia con mis amigos y familia ahora que mi servicio de voluntariado está tocando su fin, pero por la otra parte me quedaría aquí para siempre. Verano en Eslovaquia significa barcos fiesta, ambientillo por la calle y un montón de festivales que estoy deseando disfrutar. En mi escuela todo va muy bien, los niños están muy contentos con el calor y como no pueden ir a la playa siempre me preguntan cómo es y la mitad de ellos ya tienen España como futuro lugar de viaje. Yo ya les he dicho que cuando crezcan pueden venir cuando quieran jeje.
Una de las cosas más guays que he hecho en junio es asistir a mi primera opera en Bratislava. Se trataba de 'Macbeth' en el slovenský divadlo, uno de los edificios más famosos de la ciudad.
Mayo también ha sido el mes de mi mudanza, ya que con la ida de mi anterior compañera de habitación, he tenido que irme a vivir a otra casa y compartir habitación con otra chica. No me hubiera gustado nada la idea si esta chica no fuera mi mejor amiga.
Antes de la
mudanza ya pasábamos toooodo el día juntas, así que no os imagináis
ahora!
En definitiva, mayo mes de risas, sol, novedades y un poquito de fiesta!
También tengo que decir que me he hecho un piercing en
este mes, una de esas locuras de adolescentes de las que tanto hablan.
Me encanta (a mis padres no tanto, pero seguro que en cuanto me vean se
olvidan de este pequeño detalle jeje).
Eso es todo por este mes, me pregunto qué nos deparará Junio.
Un beso enorme y eslovaco, Paula.