Ese fin de semana he vivido dos momentos graciosos.
De algún modo, el voluntariado nunca es aburrido.
Cuando piensas que ya conoces todo, que ya tienes tu rutina, siempre pasa algo que no esperabas.
El martes ha sido muy diferente de lo que habíamos esperado.
En este nuevo post, hablaremos de lenguas de pato y de patatas fritas con sabor a aceitunas y ostras...