Muy buenas familia,
Como bien dice el título, es increíble cómo pasa el tiempo volando sin que te enteres casi, sobre todo cuando estás a gusto o al menos ocupado... Jajajaja.
La verdad que el final de Septiembre y el inicio de Octubre para mí no pudo ser mejor, porque recibí mi primera visita desde que estoy aquí. Algunos diréis ¿tan pronto?, pero en realidad es que nunca es demasiado pronto para volver a ver a tus amigos... J La verdad que los días que estuvieron aquí Laura y Kike lo pasamos muy bien, dando paseínos por la ciudad, descubriendo sus rincones y por supuesto probando sus platos autóctonos.
El siguiente evento importante (importantísimo de hecho) que tuvo lugar en este Octubre tan lleno de actividades fue el seminario de bienvenida (on-arrival como les gusta decir a ellos) de la Agencia Nacional Eslovaca para SVE. Tuvo lugar en Zemplinska Sirava, un lago muy grande en el extremo oriental del país, como a una hora en coche de Ucrania; un sitio por lo visto muy cotizado para pasar el verano...pero que cuando llegamos con la lluvia y todo se parecía más a una película de terror que a un paraíso de veraneantes,; eso sí, el día (sólo uno) que hizo sol, pudimos comprobar que en realidad era un sitio precioso.
Allí hicimos un montón de actividades en grupo y otras tantas individuales del estilo de ejercicios para auto conocerse y meditar que en lo personal me gustaron bastante. No os voy a aburrir con los detalles pero sí os voy a dejar una foto que refleja bastante bien el ambiente que tuvimos durante los 4 días de seminario y el carácter general del grupo J
A la vuelta, aprovechando que teníamos que cruzarnos todo el país hicimos una paradita en Kosice para ver un poco el centro y sacarnos alguna foto haciendo el chorras con los nuevos amigos que hicimos en el seminario.
La segunda mitad del mes transcurrió sin mayor novedad, disfrutando de la ciudad que la verdad cada vez me gusta más, descubriendo nuevos rincones y todos los recursos que tiene para ofrecer, que si bien a veces están un poco escondidos, merece mucho la pena tomarse algo de tiempo para encontrarlos.
Y finalmente llegamos a último fin de semana de Octubre, puente para la mayoría de los voluntarios de mi ONG de acogida, pues casi todos trabajamos en escuelas o proyectos educativos de distinta índole... Así que mis compañeras de piso de 18 años y yo decidimos hacernos un "flat trip" o en castellano, una convivencia de piso, para pasar algo de tiempo juntas fuera de lo que es las obligaciones de casa y la rutina de la semana (ahora que alguien me diga si no son adorables mis compis... ♥). Mini tour por dos ciudades del centro-oeste de Eslovaquia, Banska Bystrica y Banska Stiavnica. Además aprovechamos la oportunidad para visitar a algunos voluntarios de los que habíamos conocido en el seminario de bienvenida.
En Banska Bystrica visitamos a Doris de Francia, y nos enseñó su proyecto, una especie de casa de cultura, cafetería, sala de conciertos y de cine en la que entre otras cosas aprendimos lo riquísima que puede estar la limonada caliente.
Luego fuimos otros dos días a Banska Stiavnica, ue si bien es más pequeño, tiene muchísimo que ver (bastante más que Banska Bystrica desde luego) y está todo muy bien conservado. Allí contactamos con Vadim, un voluntario de Ucrania, que nos enseñó entre otras cosas los dos catillos de la ciudad, además de su proyecto (un hostal juvenil que recibe especialmente a grupos de campamentos y/o colegios, aunque también a individuales). Y hasta hicimos una hoguera en un espacio que tienen habilitado en el jardín de su proyecto y estuvimos intentando detectar constelaciones (con un resultado nefasto todo sea dicho).
Hoy por la mañana subimos el monte Kalvaria, que está plagado de capillitas y en cada una hay una etapa del Vía Crucis. La verdad que la metáfora está bien montada porque para subir casi dejamos las piernas de lo empinado que era, pero las vistas en la cima bien merecían la pena el "calvario". Luego tren y para casa.
La verdad es que me encanta viajar, y una de las razones es que sobre todo después de este tipo de viajes en los que no paras de hacer cosas, llegar a casa se convierte en una de las mejores sensaciones del mundo. ¡Repetiremos seguro! J
El mes que viene más y mejor.