¡Y vuelta a la rutina! Si es que aquí existe tal cosa-Elena Reiriz-SVE en Eslovaquia

¡Y vuelta a la rutina! Si es que aquí existe tal cosa.

Desde que he vuelto, y en parte gracias a haber quedado con Cristina, la voluntaria anterior a mí, estoy (aún) más motivada para salir de la ciudad y visitar otros sitios. De momento, el sábado pasado Louise y yo fuimos a pasar el día a Brno, República Checa; este sábado volveremos a Viena para ver alguno de los museos, y tenemos bastantes planes para el futuro.

Pero sin duda lo más destacado de este mes fue el viaje que hicimos a Banská Štiavnica, al evento "EVS Winter Games" organizado por los voluntarios que trabajan en dicho pueblo, reconstruyendo el Calvario y ayudando en el hostal/casa scout en la que nos alojamos. Štiavnica es un antiguo pueblo minero, elegido Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, definitivamente, merece la pena ser visitado. Especialmente ahora en invierno; el grupo que íbamos desde Bratislava (city babies según los demás) estábamos embobados con la nieve. Nevó casi todo el tiempo, y no los cuatro copos que caen aquí y que desaparecen enseguida, no; pudimos vivir lo que es abrirse camino a través de la nieve monte arriba (o pueblo arriba, que es casi lo mismo), bajar en trineo, tirarnos bolas, jugar al hockey y a una versión muy graciosa de curling sobre un lago helado... Si venís a Eslovaquia, os recomiendo pasar por allí, y ya de paso alojaros en Skautský dom.

   

El Calvario presidiendo sobre Banská Štiavnica // Jugando al curling con Žehličky // Nos reencontramos con voluntarios de otras partes del país // Bajando en trineo la colina del Calvario

Aunque en comparación en Bratislava no haga tanto frío (de hecho el otro día tuvimos 15 grados, aún no sé cómo), hemos estado aprovechando el fin de la temporada navideña. Un día fuimos a patinar sobre hielo (¿os podéis creer que Decathlon prestaba los patines totalmente gratis?). Otro día, mis compañeras de piso y yo tuvimos nuestra propia pequeña celebración, mezclando las tradiciones de cada una para las fiestas: cenamos un plato navideño alemán con un postre francés del día de Reyes; intercambiamos regalos del amigo invisible; después las hice comer las doce uvas viendo las campanadas de este año en YouTube (si nunca habéis sometido a amigos extranjeros a esta tortura, os lo recomiendo encarecidamente) y encendimos bengalas en el balcón. Y así dimos por inaugurado el nuevo año todas juntas. Sí, somos unas cursis.

Pero el premio al plan más aleatorio del mes es para la olimpiada de hurones a la que nos llevó la mentora de Nina hace unas semanas. Prečo? Len tak. Fue una experiencia tan encantadora como os podéis imaginar.

 

Sufriendo en el hielo // ¿Cuántas fotos de mí sujetando animalitos puedo colar en este blog?

Por lo demás, en la universidad no tengo mucho trabajo al ser periodo de exámenes (el segundo cuatrimestre no empieza hasta el 19 de febrero), así que estoy dedicándome otra vez a ordenar libros y a ayudar a mi coordinadora con un proyecto. En clase de eslovaco por fin hemos aprendido a hablar en pasado, lo que mejora ligeramente la calidad de las conversaciones que podemos mantener. (También a disculparnos por llegar tarde, lo cual es muy útil.) Y mi regreso al país empezó de forma un poco accidentada: yo llegué bien, pero mi maleta sencillamente... decidió quedarse unos días más en España. Me preocupaba un poco que desapareciesen el jamón y el turrón, pero al final todo salió bien.

 Se acerca mes de seminarios, bailes y despedidas... pero de eso ya os hablaré más adelante :) Ahojte!

 

Vale,Brno también es una ciudad muy bonita