Una semana deportiva-Luis OR-SVE en España

¡Hola!

Los últimos días fueron muy activos, como esperaba, y disfruté muchísimo de lo que Asturias podía ofrecerme. Decidí empezar a hacer más deporte, con el estreno de mí nueva bicicleta y alguna visita al gimnasio. Me propuso David ir a jugar al tenis en un terreno de hormigón en el recinto de la Laboral. Me encantó la partida con él y con las dos chicas que se juntaron con nosotros. Estuvimos más de 3 horas y no va a ser la última vez que voy a practicar este deporte aquí. En Bélgica es muy difícil encontrar un terreno para jugar gratis y no tengo el material así que voy a intentar aprovechar las circunstancias.  

Con esto, las clases de idiomas y las actividades semanales llegó el viernes. Como de costumbre ahora recibimos la visita de nuestra amiga de León, Sarah, a quién le encanta Asturias. Después de pasar un rato en casa cenando, decidimos salir a tomar algo. Había en la ciudad la "Octoberfest", versión Gijón claro. Pensaba que las cervezas iban a ser muy caras pero me equivoqué. ¡Tenían cervezas belgas a muy bien precio! Eso de pronto pasó a ser un problema porque nos emborrachamos muchísimo y el tiempo pasaba volando. Me costó entender que ya se acababa el evento y luego por alguna razón que no me acuerdo fuimos a la playa, mojé mis zapatos, vi a Leila bailando y volvimos andando a casa. ¡Era una noche de risas y de amistad que de verdad me encantó!

  

Bueno, nos costó despertarse al día después pero teníamos un plan para aprovechar el día de sol: ir a pasear y de picnic en la zona del Embalse de Valdemuríos y luego pasar por Proaza para ver a dos osos muy famosos en Asturias y que viven en cautividad cerca de la localidad. Asturias es preciosa. De verdad. Me encantó toda la zona, los pueblos, el embalse y los animales. Un día de aire fresco para combatir la resaca. Otra expedición nos esperaba para el domingo...

 

 

Gran aficionado del ciclismo desde hace algunos años, tenía que aprovechar mi estancia en Asturias para ir a ver una parte de etapa de la Vuelta. Había tres etapas en Asturias y de ellas la que conllevaba más interés llegaba el domingo en los míticos lagos de Covadonga. Salimos en coche acerca a las 12 del mediodía en coche y cuándo llegamos en la zona había ya muchísima gente. Por suerte David conocía un lugar "secreto" para aparcar en el santuario y empezamos subir la cuesta andando. Al final recorrimos 4 km de los 12 que tienen la subida y aprovechamos un sitio con buena vista para pararnos y esperar a los ciclistas. Media hora después llegaron los favoritos y poco a poco todos los que fueron descolgándose del pelotón. Nos gustó esta nueva experiencia y luego bajamos al coche con los ciclistas y los aficionados. Muchísima gente. Con la vuelta a casa se cerró otra semana y se abre un nuevo capítulo que os contaré pronto.

 

   

¡Hasta pronto!