Tiempo de cambios- Carlota Fernandez- SVE en Hungría

A veces llega un momento en el que te sientes perdida y preocupada por lo que pasará y lo que vendrá, debido a algún cambio que se avecina en tu vida. Así me sentía yo cuando Bea se fue el 1 de agosto. Y además porque julio para mi también fue un mes de despedidas, primero mi amigo alemán Andy y luego Bea. Pero entonces todos tus miedos desaparecen cuando a veces sucede y descubres esos miedos son erróneos o infundados. Pues bien eso me pasó a mi cuando llegaron nuevos voluntarios a la organización.

En realidad cuando llegaron no me sentía muy bien de ánimo por lo que comenté pero todo cambió cuando tuvimos que pasar una semana, 24 horas juntos en un festival en un pueblito de Hungría. La conexión fue casi instantánea con seis de ellos. Haciendo así que se fueran todos mis miedos y preocupaciones. Estos voluntarios de los que os hablo llegaron entre el 1 y el 2 de agosto.

El 1 de agosto vino una chica de Serbia que está viviendo en mi casa y habla muy poco ingles por lo que la comunicación es bastante difícil y limitada. Luego por otra parte llegaron otros seis voluntarios, una chica de Rusia, un chico español, un italiano, una de Polonia, una chica alemana y una de Georgia. Y estos son los que me han salvado y con los que he tenido tan buena conexión.

Tanta ha sido y tan a gusto estamos unos con otros que estoy viviendo en su casa. La chica de Georgia y la Polaca viven en mi antigua ciudad Nyireghaza pero ahora están viviendo todos en la misma casa porque esta semana han empezado un curso intensivo de húngaro al cual yo también pedí ir y estoy yendo con ellos.

Y cuando pensaba que estos dos meses que me quedan solo pensaría en volver a España y ver a mis amigas y a mi familia resulta que es al contrario, que pienso que no me quiero ir, que al irme echaré de menos muchas personas, mi grupo de siempre con el que llevo meses y este nuevo que he creado. Así que mis últimas semanas han consistido primero en aprovechar los días con Bea y Andy antes de su marcha, estar en el Campus fesztival en Debrecen y últimamente enseñarles la ciudad a los nuevos voluntarios y hablarles de la organización.



Hace dos semanas estuvimos en Budapest porque fue la fiesta nacional y hubo fuegos artificiales. Y la semana pasada algunos nos fuimos a Praga, a mi personalmente me encantó.

 

 

 

Así que este mes que queda aprovecharlo al máximo. Y la organización me ha dicho que a lo mejor puedo ir algún día de este mes a un colegio de los que estuve yendo durante el curso en Nyíregyháza lo que es una buena noticia.

Hasta pronto.

Carlota.