Noviembre empezó con los recuerdos, todavía intactos, del fin de semana de integración que pasamos en Avignon durante los últimos días del pasado mes. Pocos días después, vinieron mis padres a pasar conmigo unos días en Nîmes y tuvimos tiempo para hacer un poco de turismo por la zona. Fuimos a Montpellier (que solamente queda a unos veinte minutos en coche), Aigues-Mortes (un pueblo medieval amurallado con mucho encanto), Avignon, Villeneuve-lès-Avignon (justo en frente de Avignon y al otro lado del Ródano) y, cómo no: Nîmes y sus majestuosos Jardins de la Fontaine.
Tuve también la oportunidad de visitar el delta del Ródano en Camargue con mis compañeras de piso y con Pierre, nuestro tutor del SVE que se encarga de que todo vaya bien en nuestro día a día y al que podemos acudir en caso de tener algún problema. A diferencia del coordinador, que se ocupa de los planos personal y profesional y con el que tratamos a diario, Pierre representa un apoyo más externo y más enfocado a las cuestiones de tipo personal como, por ejemplo, la convivencia o la salud en caso de necesitar acudir al médico.
A veces también nos ofrece ir de escapada y, en esta ocasión, visitamos la ciudad de Camargue, el delta del Ródano y el Parque Regional Natural de Camargue, donde como podéis ver en la foto, viven flamencos, aún en el delta debido a que todavía no hacía el frío suficiente como para migrar a zonas más templadas.
La espectacular luz de la tarde también nos dejó esta bonita foto del parque.
Más adelante, nos visitaron Katrin y Pascale, dos alemanes que conocimos durante la On Arrival Week en Narbona. Pascale vive un poco más lejos (en un pueblo cerca de Lyon) y le llevó un poco más de tiempo llegar, pero Katrin vive en Montpellier así que para ella el trayecto en tren hasta Nîmes fue un visto y no visto. Además, tenerla tan cerca es una ventaja porque el proyecto de su SVE está relacionado con el bricolaje y ya nos ha prometido que en unos meses espera tener el visto bueno y los recursos suficientes para venir a nuestra casa y hacernos un par de sofás ¡hechos de palés!
En su proyecto se encarga, sobre todo, de dar apoyo a familias sin recursos para llevar a cabo reformas en el hogar y que, además, sirva para que en el futuro esas mismas familias tengan los conocimientos necesarios como para no necesitar de la ayuda de un profesional y, por lo tanto, ahorrar en costes de mano de obra. Lo que se conoce como DIY (do it yourself). Así que como os podéis imaginar Katrin es una manitas y en unos meses tendremos nuevos muebles en casa. Todo esto, por supuesto, lo hablamos con un buen vino y una abundante cena de por medio.
Justo un día después, y como donde caben dos, caben tres, recibimos a Annika, una amiga de Lisa (una de mis compañeras de piso), que está realizando el programa Service Civique a través de la OFAJ (Office franco-allemand pour la Jeunesse). Cómo podéis ver, nos encantan las cenas.
También las barbacoas.
Y con respecto a nuestra misión a desarrollar en el instituto Lycée Saint Vincent de Paul, además de los talleres basados en la educación no formal, este mes de noviembre hemos creado la tarjeta de navidad que envía el instituto a cada familia del alumnado, al ayuntamiento, asociaciones, etc.). También hemos organizado varios eventos a través de la Réseau Europ'Gard de la Maison de l'Europe: Soirée Film y Artistic Afterwork: Soirée Poésie!
Y con este atardecer, doy fin a la última entrada del 2016. ¡Hasta el año que viene!