Sobre los dos últimos meses ¡Y qué meses!-Chema Pérez-SVE en Francia

Estos dos últimos meses, marzo y abril, están llenos de aventuras, viajes, trabajo, encuentros, pocas horas de sueño... y, sobre todo, de muchos, y muy buenos recuerdos, ¡que se quedan para siempre grabados en la retina! Y que son los que, entre otras cosas, me empujaron en un primer momento a vivir la experiencia del SVE. Lo vivido últimamente, sin duda, da para unas cuantas páginas, sin embargo, voy a intentar ser lo más conciso posible para reflejar lo cargados de energía que han estado estos dos últimos meses: especialmente, y como veréis, abril.

El mes de marzo empezó con una exhibición en la ONG del mural que hicimos en febrero, y que os enseñé en la anterior entrada. Una especie de carta de presentación del trabajo que habíamos llevado a cabo para que la gente pudiera ver el resultado final y, además, ver un vídeo en time lapse de todo el proceso que proyectamos en una de las paredes de la ONG, en la misma sala donde puede verse la pintura. A esta presentación, vinieron miembros del consejo de administración, las personas involucradas en las actividades de la ONG, y también nuestra tutora en el instituto, Sylvie Abeille, con quien unos días después, hablamos sobre la decoración del aula donde habitualmente imparte clase y, después de que viera el resultado de nuestro mural en la ONG, acordamos pintar una de las paredes del aula que estaría dedicada a la movilidad y a Erasmus +. Dibujamos un árbol, símbolo del crecimiento, con varias lenguas escritas sobre las ramas, y unas escaleras que conducen al Youthpass, con las 8 competencias clave de Erasmus + escritas en los escalones.

     

También tuvimos varias visitas, como la de Yannos, un voluntario griego que vive en Montpellier, o de Margaux, a la que visitamos en enero en Lyon y que, esta vez, vino a visitarnos a Nîmes para celebrar el cumpleaños de Deea. Después de visitar el centro histórico de Nîmes, hicimos un pícnic (muy francés) en los romanos Jardins de la Fontaine y terminamos con una ascensión a la emblemática Tour Magne, desde donde pueden apreciarse unas espectaculares vistas de la ciudad.

A finales de marzo, celebramos el 60 Aniversario del Tratado de Roma a través de la ONG coordinadora, La Maison de l'Europe, donde hablé sobre un proyecto europeo que realizamos unas semanas antes en colaboración con el instituto, y que expusimos en Metz, sobre el tema de la paz. Mi intervención también trató sobre la movilidad europea y Erasmus +.

 

Ya en abril, vinieron a visitarnos unos amigos rumanos de Deea, con los que varios días después, viajamos a Rumanía desde Lyon. Aquí empezó el viaje Nîmes-Lyon-Bucarest-Constanța.

Después de una rica cena, y de dormir en Lyon, cogimos el avión por la mañana para ir a Bucarest.

Los amigos de Deea, Sabina y Octi, volvían a casa después de unas mini vacaciones en Francia, mientras que nosotros, fuimos a organizar y facilitar las actividades del intercambio juvenil "Embrace Nature Through Entrepreneurship" que contó con la participación de jóvenes procedentes de Grecia, Bulgaria, Estonia, Francia, Polonia y Rumanía. Llevado a cabo en Constanța, frente al Mar Negro, tenía como principal objetivo el emprendimiento social vinculado a la sostenibilidad medioambiental. Podéis pinchar me gusta y visitar la página de facebook "Embrace Nature Through Entrepreneurship" para más información o para ver las fotos que hice durante los días que duró el intercambio.

   

 

En mi primer viaje al este de Europa, y más que satisfecho, tuve tiempo para visitar, Constanța (la tercera ciudad más poblada de Rumanía, tras Bucarest y Timișoara) y su imponente casino, símbolo de la ciudad y cerrado desde años, prácticamente en ruinas, erosionado por el tiempo y la salitre...

También, la zona rural de la región de Dobrogea, en el este de Rumanía, en concreto un pueblo llamado Neatârnarea.

Por supuesto, la capital de Rumanía, Bucarest,

donde se encuentra el segundo edificio más grande del mundo, Palatul Parlamentului (después del Pentágono en Estados Unidos):

¡DRÁCULA! (el de la izquierda).

Además, tuve la ocasión de probar algunas de las especialidades de la cocina rumana: mici (carne de ternera y cerdo con ajo y especias), ostropel (sala de tomate, a base de especias y harina, con carne), ciorbă (sopa de verduras con carne), savarină (pastel relleno de nata), mămăligă (harina de maíz hervida en agua con un poco de sal y aceite) murături (verduras conservadas en agua y sal con un sabor agrio) o la carne de cerdo cocinada de todas las formas posibles, acompañada (ocasionalmente) de țuică, un alcohol afrutado de ciruelas a caballo, en cuanto a gusto, entre el orujo blanco y el orujo de hierbas.

El mici suele estar presente en casi todas las barbacoas (algo así como la panceta en España).

Solo un día después de volver a Francia, fuimos directamente a Sommières, un pequeño pueblo medieval donde tuvo lugar nuestro segundo y último seminario del SVE. Aprendimos nuevas actividades basadas en la educación no formal y tuvimos tiempo para hacer un repaso de lo vivido durante los últimos meses con las facilitadoras del seminario, que nos dieron muy buenos consejos de cara a la recta final de nuestros proyectos.

 

Como parte de una de las actividades llevadas a cabo durante el seminario, nos dieron una patata a cada uno de los grupos que tuvimos que intercambiar en el mercado que se celebra cada sábado en Sommières. Tras varios intercambios basados en el más puro y duro trueque, nos quedamos con una lámpara nepalí. ¡No está nada mal para haber empezado con una patata!

A finales de mes, y para cerrar un mes redondo, nos visitaron unos amigos de Deea, Alex y Costel, que conocí en Rumanía. Era la primera vez que visitaban Francia, así que les preparamos un pequeño tour por la región. Aparte de visitar Nîmes, fuimos a Montpellier, Sommières y a Le Grau du Roi:

El último fin de semana de abril, tuvieron lugar en Nîmes, los "grandes juegos  romanos" con actividades, talleres y espectáculos sobre los romanos y los celtas, ya que Nîmes fue una ciudad fundada por los romanos. Prueba de ello, es este batallón de romanos cruzando un paso de cebra:

¡Hasta la próxima entrada!

Continuará...