Septiembre-Sarai Bonilla-SVE Reino Unido

Septiembre... A principios de este mes recibí una noticia que no me esperaba. Mi Compi Natalia se volvía a España.

Fue un shock tremendo ya que, por muchas personas que conozcas durante tu voluntariado, al final con quién convives es en quien más confías, con quien ves pelis por la noche, compartes recetas, compras cosas para hacer que el piso sea más un hogar y te desahogas si has tenido un mal día. Han sido cinco meses de convivencia que se han pasado en un suspiro porque no ha habido ni un día malo. 

 

Pero este factor ha hecho que pueda vivir una nueva experiencia: vivir completamente sola en el extranjero. He de decir que no ha estado nada mal tener el piso para mí sola, aunque la primera semana saltaba al mínimo ruido. El vecindario es tan tranquilo que cuando el cartero deja algo en la ranura de la puerta suena como si una banda estuviera entrando a robar...

Y aunque no se está mal porque tengo la tele y el sofá para mí sola, también he de decir que es bastante aburrido cenar siempre sola o que nunca haya nadie al llegar de trabajar. 

 

Por suerte tenía planeado para este mes una pequeña escapada a casa para celebrar el 50 aniversario de bodas de mis tíos, lo cual es genial para ver a toda la familia y recibir achuchones. Fueron dos meses de planificación en secreto (y en mi caso en la distancia) pero valió mucho la pena solo por la sorpresa que reflejaban sus caras.

 

Y el último finde del mes me fui a la Riviera Francesa, donde pasé unos días visitando Cannes, Niza, Mónaco, Marsella y Ventimiglia. ¿Sabéis cuando necesitas vacaciones para recuperarte de las vacaciones? Pues así fue este viaje en el que pasamos mucho tiempo en trenes pero que valió la pena por los paisajes y las playas. 

 

 

Y más o menos este es el resumen de mi mes. Ahora estoy con los nervios de saber quién vendrá pero esa incógnita no se resolverá hasta, al menos, el mes que viene. Y a Natalia le deseo una vez más que todo le vaya bien.