Segundo mes de voluntariado europeo-David Alvarez-SVE en Filandia

Segundo mes en Finlandia concluido. Los días se hacen ya muy cortos y la nieve tiñe el paisaje de blanco cada mañana.

Creo que el blog de este mes lo voy a dedicar a intentar acercaros un poco a los refugiados con los que realizo el voluntariado. La cada vez mayor cercanía con ellos, a la vez que mis progresos con el finés, hacen que cada vez pueda mantener mejores conversaciones y, poco a poco, voy conociendo más sobre sus vidas, sus costumbres, miedos, sueños, y en definitiva, su forma de pensar y ver el mundo... Para alguien que ha estudiado Historia es apasionante.

 

No se como os los imagináis, así que trataré de dibujaros mis impresiones hasta ahora. A veces, tengo la sensación de estar conviviendo con nuestros abuelos y, otras veces, no. Supongo que es difícil de explicar con unas líneas pero trato de imaginar como serían en su juventud y creo que podría haber muchas similitudes con esa generación. Sin embargo, también las tienen con nosotros, y por otro lado, como siempre ocurre en estos casos, las diferencias entre unos y otros y entre países son importantes. Por ejemplo, las diferencias entre iraquíes y afganos son notables. En el caso de los iraquíes las similitudes culturales con los jóvenes de cualquier país europeo llaman la atención. Así que también puede ser que mis impresiones sean erróneas. Al fin y al cabo, siempre nos llaman más la atención las diferencias que las similitudes.

 

Aún así, y como la mitad de los refugiados del colegio procede de Afganistán, tratad de imaginaros a esa generación de abuelos nacida antes, durante y después de la Guerra Civil pero con móviles y haciendo videollamadas con Facebook cada media hora. Invitándote a comer con ellos nada más que pisas su alfombra mientras amasan el pan del día siguiente, preguntándote una y otra vez si quieres comer más... si no tienes pensado tener mujer e hijos a tus 26 años...  y un largo etcétera de preguntas que para qué os voy a contar si ya os las habrán preguntado vuestros abuelos. Muchos de ellos incluso desaprueban cuando alguien pronuncia "palabras malsonantes" ¿Ya os habéis hecho una imagen?  ¿Cómo los veis ahora? Si creéis que son como vosotros habéis acertado y si se parecen más a vuestros abuelos también. Al fin y al cabo las ganas de reír, bromear, celebrar goles, ganar al billar y pasar buenos ratos son las mismas aquí, en España, Afganistán o hace 60 años.