Lenguas, personas, culturas, canciones, sonrisas, lágrimas... horizonte lleno de recuerdos, sonríes, ha pasado el segundo mes, pero no es por esto por lo que sonríes.
Sonríes por culpa de algo que has visto, unas simples imágenes que te ha llevado a ese horizonte de recuerdos, de días intensos, sin descanso, llenos de preocupación y desesperación, pero también, divertidos, emocionantes, locos. Se podría decir que ha sido un mes muy intenso.
Para entender porque ha sido intenso lo mejor es empezar por el principio. El mes ha comenzado lleno de desesperación, angustia, miedo, porque no se sabía que podría pasar. Todo empezó en una cena donde se comió en mal estado un alimento, y debido a ello, algunas de las personas con las que trabajas cogieron una bacteria bastante peligrosa, una bacteria que afecta al sistema nervioso y que en el peor de los casos puede provocar la muerte. Tras pasar días sin saber bien que podía ocurrir y realizando turnos larguísimos en el hospital con miedo de haber cogido la bacteria y por el estado de tus compañeras, al final, las cosas se han ido solucionando, todavía no se ha solucionado del todo, pero, la cosa va mejorando poco a poco. Tampoco puedo decir que fueron siempre momentos de angustia, porque ha habido momentos en los cuales has podido bromear para hacer que la estancia de las personas en el hospital fuera mejor, desde jugar a las cartas, escuchar música española hasta dejar a uno de los chicos tus gafas de sol graduadas para que se hiciera fotos.
- Ahora ni veo de lejos. - Dice el chico en el momento que se pone mis gafas.
- Por supuesto, tú no eres miope. - Le miras, sonríes.- Figo!!!!.- Le dices.
Luego llegó el curso de formación de SVE, 7 días lejos de la casa familia. Días intensos, sin descanso, divertidos, llenos de aprendizaje... Días en los cuales has compartido un montón de cosas con personas de diversos países como cultura, idiomas, ideas, opiniones y especialmente risas.
De todas las actividades realizadas, quizás la que mejor estuvo fue aquella en la cual tenías que expresar aquello que habías experimentado durante el curso y qué es lo que te puedes esperar a partir de la SVE a partir de tres cartas. Parecía fácil pero no lo fue.
- Una mano que a través de una lupa se veían las venas.
Significado: hay que observar dentro de las personas para conocerlas, porque, cada persona es diferente a pesar de ser persona, no se puede tratar a todos de la misma manera a pesar de estar conectadas y menos juzgarla sin conocerla. Todos hemos venido a realizar un SVE los caminos se entrecruzan y se separan constantemente.
- Un caballero armado sobre su caballo haciendo frente a un obstáculo y todo ello sobre un libro.
Significado: todo el mundo tiene su historia, habrá momentos duros que nos pueden dar miedo, que nos paralicen, pero los tenemos que enfrentar para seguir hacia adelante, pero, también habrá momentos divertidos. En cada pasa que damos aprendemos.
- Una persona sembrando la tierra y flores creciendo.
Aquello que siembras hay que cuidarlo para que florezca, hay que trabajar para recoger los frutos. Si quieres conseguir algo, primero hay que arar y cuidar la tierra, luego sembrar y proteger aquello que se ha sembrado y al final recoger los frutos de la siembra y usarlos como es debido.
Desafortunadamente, todo lo bueno acaba muy deprisa y, casi todas las personas con las cuales has congeniado las tienes que decir adiós, pero sabes que terminarás viéndolas, cuándo, no lo sabes. Al menos, una de esas personas está realizando la SVE a Roma, por lo que no te sientes tan sola.
Llegó el último día y la península Ibérica, nombre por el cual nos llamábamos, porque éramos de Portugal y de España (alias también los BRA-VI), decidimos realizar una sangría para ponerle broche final a esos siete días. El problema no fue encontrar personas para realizar la compra y llevarla al sitio donde nos hospedábamos, fue encontrar un recipiente grande para realizar una sangría para 34 personas. Cuando una persona está desesperada porque no encuentra lo que busca dice no sólo lo primero que se le ocurre por la mente para realizarla, sino que además, hace lo que sea, como, entrar en una pizzería y pedirle al dueño si tiene un recipiente grande para realizar esta bebida, si tú a esto, le sumas cómo explicarle al pizzero en italiano que necesitas un recipiente grande como la papelera que tiene en la entrada, unos destornillándose de la risa y otros diciéndote que le pidas que te la venda, el pizzero lo que piensa es que una panda de locos le está gastando una broma. El resultado... salir de la pizzería sin recipiente, muertos de risa y al mismo tiempo desesperados.
Al final, conseguimos dos pequeñas cazuelas en las cuales solo se pudo dejar reposar el vino con la fruta y el azúcar. El resultado, una sangría muy rica que embriagó a más de uno.
Tras el curso de formación se tuvo que volver a la rutina del trabajo, se hizo cuesta arriba al principio porque dejabas atrás tu libertad, tu tranquilidad, tu vida social, no obstante, cuando tenías un momento ibas en su búsqueda, ya fuera paseando por el campo mientras acompañabas a uno de los chicos con los que trabajas a una de sus actividades; haciendo turismo por Roma; yendo a ver cualquier cosa como un mercadillo parecido al Rastro de Madrid, un mercadillo japonés, una exposición; hacer un puzle con una de tus compañeras italianas del trabajo con la cual bromeas diciéndola que lo terminarás sin ella para hacerla de rabiar un poco y que ponga carita triste; dar un paseo con una amiga.