26.12 - 31.12
Por las festividades, esta semana en el grupo de conversación participaron un número escaso de personas. Probablemente, esto va a pasar también la próxima semana, y volveremos a la "normalidad" después de los reyes magos. Quiero agradecerles a los que se presentaron a la sesión, porque fueron bastante locuaces y, por eso, el tiempo durante la reunión pasó rápidamente. Hemos tratado el tema de los "cambios" que ocurren y a los que nos enfrentamos durante nuestra vida. Elegimos este tema porque se conectaba con los buenos propósitos para el 2019.
Dado que he mencionado el tema de los buenos propósitos para el nuevo año, voy a compartir con vosotros algunos mis compromisos. En primer lugar, el objetivo más importante que me he puesto es tener un español fluido. Claramente, viviendo aquí, un gradual mejoramiento es natural que ocurra. Sin embargo, para acelerar este proceso, he decidido leer regularmente libros en castellano. Ya he empezado a hacer esto, y me he dado cuenta que leer es verdaderamente útil para ampliar el vocabulario y familiarizarme con la lengua. Además, estoy feliz de que estoy redescubriendo el placer de la lectura, que había abandonado casi totalmente durante los últimos años. Al mismo tiempo, no puedo eximirme de acompañar a mis lecturas un estudio más riguroso y formal de la ortografía y de la gramática española. En segundo lugar, me gustaría volver a estudiar matemáticas, para no perder los conocimientos que he adquiridos durante mis estudios universitarios y, quizá, para llegar a dar cursos privados a los estudiantes gijoneses también. Por fin, me estoy comprometiendo a cuidar mi salud física y hacer deporte. Creo que los deseos siempre van de la mano con los esfuerzos para conseguirlos. Si así no es, no se van a convertir en realidad. Al final, puede suceder que no se alcanza a conseguir todo lo que se desea: quizá la meta en tu cabeza está situada un poco más allá de lo que es posible lograr. Sin embargo, el proceso de aprendizaje va seguramente a mejorarte, y, por eso, vale la pena intentarlo.
Esta semana fue, desde luego, la semana de nochevieja. Es siempre muy interesante descubrir las tradiciones que otros países celebran durante esa fecha. Para nosotros los italianos, es difusa la tradición de comer lentejas durante la cena de fin de año. Esta es una tradición simbólica, si así se puede decir. De hecho, cada lenteja simboliza una moneda, por lo cual comer lentejas es una manera para desearnos riqueza en el año que viene. Los españoles, en cambio, comen doce uvas en la medianoche. Las uvas se deben comer simultáneamente con las campanadas desde la Puerta del Sol, en Madrid. Os confies que no estoy seguro si esto tiene un significado recóndito o metafórico. Viviendo en España, este año también para mí fueron uvas, y no he comido ni una sola lenteja. Ruego que mis finanzas en el 2019 no se vean afectadas.
Nosotros cenamos en compañía y, después de la medianoche, salimos de fiesta. En la Plaza Mayor de Gijón, donde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad, había un palco desde donde un dj ponía la música. A pesar de que hacía bastante frío, muchas personas estaban allí bailando y celebrando la llegada del nuevo año. Sospecho que la mayoría de ellos peleó el frío a través de bebidas alcohólicas en cantidad nada desdeñable. Quiero dar las gracias a los que han compartido conmigo esa noche.