No se puede estar mejor-Mateo Quevedo-SVE en Polonia

Dzien dobry! Una entrada más, mes a mes, voy contándoos mis aventuras por Polonia. Estavez toca Junio, la antesala del verano y, como no podía ser menos, otro mes inolvidable. Huboviajes, amigos, fiestas y despedidas, de todo un poco. Os comento de manera resumida:

Para empezar, el fin de semana del 8 de Junio se celebró en Łódź las fiestas de la facultad deingeniería: "Juwenalia Politechniki", unos maravillosos días llenos de eventos, conciertosgratuitos y la posibilidad de celebrarlo en la calle con todo el mundo. Vamos, como una autenticaespicha asturiana. Sin embargo, lo mejor de todo fue la oportunidad de ser el anfitrión de variosvoluntarios, que conocí en Toruń durante mi mid-term training, a los que invite para la ocasión:un total de 8 personas, entre amigos, nuevos voluntarios y hermanos; se presentaron en nuestrohumilde piso. Basta decir que más de uno tuvo que dormir en el suelo, pero eso no nos impidiódisfrutar de un grandísimo fin de semana.

   

    

La siguiente semana fue el pistoletazo de salida del Mundial de Futbol de Rusia, evento quellevaba esperando todo el año, porque sabía que no hay mejor manera de disfrutar de algo asíque estar rodeado de personas provenientes de diversos países: ¿Quién se llevaría el gato alagua? ¿España, Polonia, Portugal, Alemania? Bueno, ahora que ya solo queda por jugarse lafinal, ya sabemos todos la decepción que nos hemos llevado. Especialmente aquí en Polonia, laeliminación prematura del equipo nacional supuso un pequeño drama. Solo espero que Croaciaconsiga levantar el titulo el próximo domingo.

   

Sin más dilación, procedo a comentaros el evento más destacable de Junio: ¡¡mi viaje aAtenas!! Comprados los billetes ya en Enero, llevaba muchos años deseando visitar Grecia, cunade la actual civilización occidental. Viajando junto a mis dos compañeras de piso, Sandra y Zarif,me embarque en otra increíble aventura más. Tuvimos muchísima suerte, porque una voluntariagriega que habíamos conocido en Varsovia nos puso en contacto con un amigo suyo, Spyros,que nos alojó en su casa durante nuestra estancia allí y nos hice sentir como un miembro másde su familia: nos enseñó la ciudad, nos llevó a probar deliciosos manjares (la gastronomía griegaes la mejor que he probado nunca, solo por detrás de la nuestra, claro está) y nos presentó a sumaravillosa compañera, Rosa: una adorable princesa canina. Sin duda alguna, Grecia es un paísal que volveré en un futuro próximo, pues estoy deseando conocer sus paradisiacas islas.

   

     

A mi regreso a Polonia, el curso escolar llego a su fin y, con ello, mis lecciones de castellano.El último día de clase, en mí colegio se celebró una entrega de diplomas y todo el mundo,especialmente los niños, se vistieron de manera muy elegante. Fue realmente emotivo, a másde una se le escapo alguna lágrima, y tengo que admitir que yo estuve a punto, especialmentecuando tanto alumnos como profesores me sorprendieron con varios detalles: un diplomafelicitándome como "El mejor maestro de español del mundo", flores, bombones y unestupendo libro de recetas polacas que estoy deseando utilizar cuando vuelva a Asturias.

Y con esto ya está, todavía me queda alguna cosa que comentar de Junio, pero prefieroreservarme para la siguiente entrada. Mientras escribo estas líneas no puedo evitar mirar elcalendario y pensar "Ya solo me quedan 30 días aquí". Pero no me siento triste en absoluto. Alcontrario, pienso disfrutar plenamente cada día que me queda aquí, para no arrepentirme unavez se haya acabado. Además, no puedo esperar a estar de nuevo entre mis amigos y familiaresen casa. Do zobaczenia!