¡Mis primeros meses en el País Vasco francés!
Bonjour! Mi nombre es Sonia y ahora mismo estoy realizando un proyecto cultural de voluntariado en el País Vasco francés o Iparraldea, en vasco. En concreto estoy en la ciudad de Bayona, aunque por mi proyecto también tengo que moverme bastante al resto de ciudades de la región. A pesar de estar a 30 minutos de España, el estilo de vida, la gente, la arquitectura... todo es diferente aquí. Bayona es una ciudad preciosa con una catedral impresionante y dividida por dos ríos y a poco más de 20 minutos del mar. Lo que más me sorprendió tanto de Bayona como de toda esta región es que su arquitectura se conserva muy similar tanto en las ciudades como en los pueblos, que se componen de edificios y casa bajas. Os dejo alguna foto de Bayona:
En cuanto a mi voluntariado, estoy desarrollando un proyecto cultural con la universidad (Université de Pau et des Pays de l'Adour), en concreto dentro del proyecto Le Microscope, el cual se encarga de crear contenido cultural para los estudiantes durante todo su año escolar, desde teatro hasta conciertos, exposiciones, programas culturales... Mi función principalmente es tener activas las redes sociales, realizar fotos y vídeos de los eventos y a veces, colaborar con otras asociaciones de la universidad como es la radio u otros programas de entretenimiento para los estudiantes. La verdad que mi proyecto me gusta mucho y desde el primer momento mi tutora me ha acogido y ayudado en todo.
La pena es que ahora mi proyecto está un poco parado ahora debido a la situación de la pandemia. En Francia estamos confinados desde finales de octubre, por lo que no se puede realizar ningún evento cultural... aún así hemos desarrollado concursos por redes sociales, programas de radio, además de tener la libertad de poder desarrollar mi propio proyecto de fotografía sobre mi confinamiento.
He de reconocer que al principio me daba un poco de miedo este proyecto, ya que estaba yo sola como voluntaria, además de vivir sola... pero la organización de acogida nos puso en contacto desde el principio a todos los voluntarios que llegábamos a esta región de Francia además de voluntarios franceses que están o han estado trabajando en la asociación. También el hecho de realizar el voluntariado en la universidad y residir en una residencia universitaria me ha permitido conocer a gente de nacionalidades y culturas muy diferentes como son Senegal, Rusia, Filipinas, Irán o Indonesia.
Mi objetivo cuando decidí hacer este voluntariado era aprender, conocer a otras personas y abrirme a una nueva cultura. A pesar de estar pegados a España, os aseguro que el estilo y ritmo de vida son diferentes. Creo que lo más difícil ha sido acostumbrarme a comer de mediodía a las 12h... no os podéis imaginar el hambre que tenía los primeros días a las 5 de tarde, además de tener la sensación de que era más tarde... se me hacían los días muy largos. Pero después de dos meses he de reconocer que prefiero este ritmo de vida que el de España.
Por otro lado, los miedos que tenía de irme sola, sin conocer a nadie, con el miedo de no entenderme a causa del idioma.... se disiparon en la primera semana. La gente te acoge, te ayuda y te apoya para que puedas vivir la experiencia. Solamente hace falta ganas, tener la mente abierta para aprender y poner mucha voluntad.
Muchas gracias por leer mi entrada y espero poder seguir escribiendo esta experiencia a través del blog 😊