Hoi! ¿Cómo estáis? Hace mucho que no escribo nada para el blog.
Septiembre ha sido un mes de vuelta a la rutina en 's-Hertogenbosch: las escuelas han vuelto a la normalidad, las nuevas voluntarias han llegado y nosotras hemos retomado nuestros horarios aquí, tras haber pasado el agosto con la familia.
Se acerca el final del voluntariado, quedan dos meses y pico pero yo ya siento nostalgia. Veo las calles, con su cielo gris, las señales pequeñitas azules, tan diferentes a las de Barcelona, veo los canales y las millones de bicis en el parking, veo a Carla reírse o a Ioanna hacernos un tour de las ciudades que visitamos o aprendo alguna curiosidad sobre las nuevas voluntarias; y no puedo evitar pensar que cada vez queda menos para que se acabe esta bonita experiencia.
Sin decirlo en voz alta, pero siendo una realidad conocida para las tres que acabamos el voluntariado a finales de diciembre, nos tomamos septiembre como un mes para explorar las ciudades que nos faltan por ver en los Países Bajos. Fuimos a Delft, Groningen, Utrecht y Haarlem. Delft es una ciudad muy acogedora, conocida por su cerámica azul y blanca. Haarlem y Utrecht son las típicas ciudades neerlandesas, cada una con su encanto especial, por supuesto, pero me recuerdan a una extensión de nuestra ciudad, 's-Hertogenbosch. Groningen me pareció una ciudad más moderna, llena de tiendas vintage y concept store, pero lo que más me gustó fue visitar la isla Schiermonnikoog. También hemos ido a muchos museos. En general, ha sido un mes muy bonito.
Delf Haarlem
Groningen Schiermoonnikoog
Además, hemos hecho comidas temáticas. De momento, un día comimos comida griega: moussaka y gemistá, y una comida francesa: crêpes y galettes.
Comida griega Comida francesa
iEspero que paséis un buen octubre!
Alex