Dicen que cuando disfrutas el tiempo vuela, es cierto.El círculo que creas en Roma se hace cada vez más fuerte y según pasa el tiempo te das cuenta que echarás de menos a esas personas que has conocido, te han hecho reír, te han sacado una mirada en blanco...
Disfrutas cada momento, recorres cada calle y ciudad que puedes con ellos y sola. Y te das cuenta que si pudieras quedarte, te quedarías pero con otras condiciones.Y llegó el día, te piden que hagas un cálculo, contaste los días que te debían por tiempo trabajado de más y de vacaciones y pusistes fecha final a tu estancia en Roma.
Estabas feliz porque sabías que regresabas a casa pero triste por lo que dejarías.