Después de que acabase el curso escolar tuvimos dos actividades más durante el verano: la Spanish Summer School y la escuela municipal de verano. Sinceramente, ninguna de las dos actividades fue de nuestro agrado completamente. La Spanish Summer School fue como un campamento de español para niños y jóvenes que duró una semana. Las dificultades vinieron de que a mi y mis compañeros nos tocó organizar completamente todo el campamento, cuando la mayoría de nosotros no tenia idea ni experiencia con este tipo de situaciones. A su vez, aunque nosotros nos ocupábamos de hacer todas las actividades y pensar en todos los horarios y aspectos prácticos del día a día, el tema de cuántos niños teníamos y de qué edades y demás aspectos técnicos no estaba a nuestro cargo, estaban a cargo de alguien que tampoco tenía la más mínima idea de como se lleva y organiza un campamento, por lo que llegamos a estar en situaciones de completo descontrol como por ejemplo, a una semana de que empezase el campamento aún no sabíamos cuantos niños íbamos a tener ni cual eran su rango de edad, por lo que intentar organizar actividades y sus correspondientes materiales era prácticamente imposible y llegamos a estar en situaciones de mucho estrés, por lo que no repetiríamos la experiencia.
Con respecto a la escuela municipal de verano, es una escuela donde los jóvenes de la zona que no han podido irse de vacaciones van a pasar el rato. Ahí se organizan diferentes actividades y eventos, en nuestro caso un día dedicado a juegos de mesas, otros días de talleres de impresión 3D, torneos de billar, etc. Aunque fue entretenido, no nos necesitaban para nada y la mayoría del tiempo estuvimos ahí de brazos cruzados, por lo que el sentimiento general era que estábamos por compromiso y perdiendo el tiempo en vez de invertirlo en algo más productivo.
Después de volver de verano empezó el nuevo año escolar, el 19 de agosto, entre muchas emociones y ganas de volver a ver a los niños. Este curso he cambiado mi horario en el colegio, y ahora estoy mas centrada y paso más tiempo con un grupo concreto, aunque sigo dando inglés a todas las clases y español a dos de ellas, así como ayudar en algunas clases de arte y de educación física. En septiembre todo el colegio se fue de excursión a Efteling, uno de los parques de atracciones más conocidos del país. Fue un día muy divertido en el que los niños tuvieron ocasión de relajarse y divertirse. Por si algún día venís a Holanda con tiempo recomiendo al 100% este parque, no os arrepentiréis.
Por lo general, como en la vida misma, hay cosas buenas y cosas malas, así que aunque estoy disfrutando mucho este proyecto aconsejo a los futuros voluntarios que leáis muy bien vuestros programas para saber en todo momento lo que haréis y no llevaros sorpresas y os aseguro que pasaréis muy buen año.
Saludos a todos y feliz otoño!