Levante y San Juan - Loïs Otero Rios - SVE en España
¡Hola a todos!
Voy con mucho retraso pero intentaré resolverlo durante esta (cortita) semana. Empecemos con la mitad del mes de junio y mi viaje por las tierras levantinas. Salí de aquí volando hasta el aeropuerto de Valencia con una compañía española que no conocía, Volotea. Quizás no tuve suerte pero tanto en la ida como en la vuelta, los vuelos fueron (muy) retrasados. Intentaré evitar esa compañía en el futuro y no os la aconseja.
Una vez en la ciudad, caminé solo a la espera de Pavlina para descubrir el centro. Aunque ya fui muchas veces en la ciudad naranja, hacía 8 años que no pisaba esta tierra y aproveché para tomar el sol y una horchata fresquita. Por la tarde fuimos a pasear por el barrio marítimo (Cabanyal) donde hay muchos bares y restaurantes típicos. Ahí vimos el primero partido de España en el Mundial (contra Portugal).
Decidimos marcharnos de la capital los días siguientes y fuimos a un lugar que para mí tiene mucho significado: Peñiscola. Esta pequeña ciudad turística ubicada en la costa del Azahar, al norte de Castellón, tiene un encanto muy peculiar con su castillo y su casco antiguo rodeado por el mar. Ahí tenía costumbre de ir de vacaciones cuando era un adolescente y tengo muy buenos recuerdos del sitio. Nada cambió en ocho años y disfrutamos de las playas maravillosas, de la comida y de la vista increíble desde la terraza de nuestro Airbnb.
A la vuelta, pasamos otro día en Valencia que aprovechamos para visitar la Lonja de la Seda, edificio mercantil que atestigua el antiguo poder de los mercadores de la ciudad. También dimos una vuelta por el mercado central, probando productos locales como el turrón.
La semana en el CMX fue más corta porque volví el martes y con las clases de idiomas, las preparaciones y el trabajo diario, los días pasaron volando y cuando llegó el viernes, me toco descubrir otra zona de este maravilloso país.
En España, es muy común para celebrar la llegada del verano montar hogueras en las playas y en las plazas del país. Eso se llama la fiesta de San Juan. Aunque la celebración es bastante grande y famosa en Gijón, me fui a León con David. Mi amigo asturiano quería visitar la zona y era el último fin de semana que tenía disponible antes de su viaje de un mes y medio. ¡Le voy a echar de menos!
El fin de semana era muy caluroso en León (con 35 grados) y Asturias no me acostumbró a eso. El sábado fuimos al Bierzo, una zona fronteriza con Galicia, donde descubrimos Ponferrada y en las Medulas, unas antiguas minas de oro romanas. Hace tiempo que quería visitarlas y fue fabuloso, a pesar del calor. En la noche de San Juan fuimos invitados a un pueblo de la zona donde comimos todos juntos antes de encender el fuego y de bailar en torno a este. Nos divertimos mucho y después salimos en los bares de León.
El domingo fuimos a una playa fluvial muy cerca para aguantar el calor y por la tarde volví a Gijón con David disfrutando de la vista encantadora de la puesta de sol en el Puerto de Pajares.
¡Hasta la próxima!