Mi finde en la capital (parte 2)- Artem Schakbasian- SVE en España

El domingo tenía que coger el autobús a las 17, así que no quedaba mucho tiempo para mí, aun así aproveché mis últimas horas en la capital con mis amigos, dimos un paseo por la ciudad, comimos en la Gran Vía, fuimos a la Plaza Mayor y visitamos el mercadillo que está allí.

  

Al final he de decir que Madrid merece la pena totalmente. Es una ciudad bonita, grande, muy internacional pero a la vez muy española, hay sitios muy intensos y a la vez zonas más tranquilas, donde se puede tomar algo tranquilamente en un bar o simplemente relajarse.
A mucha gente no le gusta la capital, dice que es muy grande y sucia, pero yo por lo menos no tuve esta impresión. Me gustaría ir otra vez allí, todavía quedan muchas cosas que hay que ver, pero siendo honesto, con el corazón en la mano, no me gustaría vivir allí. Si hay que comparar Madrid con Barcelona, las dos ciudades más grandes de España, para mí Barcelona es más bonita, porque Madrid a pesar de su belleza no me toca nada. Puede ser que es por el mar, que falta allí... Pero era maravilloso quedar con mis amigos de la evaluación intermedia y hablar con ellos sobre nuestra época aquí, ya que poco a poco se acerca el día negro cuando tenemos que dejar todo atrás y volver a nuestros países. Por lo menos estamos en contacto y estoy seguro que quedaré con la chica otra vez en Alemania, ya hicimos planes jajaja.

 

Y hablando de Barcelona, me alegré mucho cuando destruyeron al Bayern de Munich el miércoles jaja, lo vi junto a Luís y sus amigos en el mismo bar que la otra vez, después de la excursión a Veranes que hicimos con él y Viktoria donde Luís como experto histórico nos contó mucho sobre esta villa romana. Tuvimos mucha suerte con el tiempo así que a la vez pudimos disfrutar de la naturaleza en Veranes.

Espero que haya una final española y que el Barca gane la copa.

A ver cómo será, veo que el blog otra vez se volvió una novela, que hay que acabar ahora. Espero que tengáis una idea de mi viaje a Madrid, y que haya convencido a aquellos que todavía no estuvieron allí, que se vayan a la capital, para que vean todo con sus propios ojos.