La cita- SVE en Hungría- Sergio Arce

Sin que pase diez años como en la canción de Ismael Serrano, me he vuelto a encontrar con otro amigo en Budapest. No hemos faltado a nuestra cita.

Ha sido una visita parecida en un principio a la de Sofía y Marián. Pero he descubierto algunas cosas nuevas de Budapest, como el Bastión de los Pescadores o el museo de Memento. Nombro estos dos, porque han sido los grandes descubrimientos de mi segunda visita a Budapest. La primera por las vistas, es realmente espectacular.

La segunda porque encontramos un monumento a los soldados húngaros que fueron a luchar a España, alistándose en las Brigadas Internacionales, para defender un régimen democrático, la II República. Para nosotros fue la parte más emocionante del viaje, no esperábamos encontrarlo allí. Es emocionante y te hace ver que nada esta perdido por no ganar unas elecciones, ni hay que dejar de luchar. Ellos dieron su vida, por una guerra que sin ser la de ellos, era la de todos. Ellos, o Marcos Ana son ejemplos de lucha, de que todavía podremos escribir la historia de una manera diferente a la que nos quieren obligar.

  

Dejamos Budapest para ir a Debrecen, aquí no hay grandes monumentos, no hay tanto ambiente, no hay metro... pero allí le mostré la gente que hace que sea feliz y que me ayuda en esta aventura. Con Álvaro fuimos a casa de Vanda, a preparar una fabada. La comida fue genial, además de la fabada, hubo embutidos y comida húngara, y él ya conocido por todos, Palinka.

Relacionado con Vanda, su casa y el Palinka, empieza el momento que siempre esta esperando Marcos, mi entrenador en Gijón, las historias graciosas.

El día de la graduación de Vanda me invitaron a su casa. Allí rodeado de húngaros y Álvaro tuve mi momento estelar. Estuve hablando una media hora con un húngaro en inglés, hasta que Álvaro le pregunto que si sabía inglés, el contesto que no, pero yo continué hablándole en inglés.

También estuve en Transilvania, en una formación sobre el trabajo en las zonas rurales. Fue durante una semana y si bien no hablamos mucho sobre esos temas, me encontré otra vez a gente muy interesante. Hablamos sobre la actualidad europea y española y conocí a dos chicos españoles que estudian economía y tienen una visión de la sociedad y de la economía muy distante de lo que estamos viviendo ahora, y para mi es una esperanza que esta gente pueda llegar lejos, porque es lo que necesitamos para empezar a cambiar las cosas.

Aquí viene otra historia, la última noche un chico de Georgia, que había estado en la mafia, me dijo que podía dormir en su habitación, porque nuestros respectivos compañeros de habitación se habían marchado. Con muy buena intención empezó a contarme historias sobre la mafia georgiana, de amigos de él que habían perdido la pierna y cosas así, muy normales. Esa noche creí que sería mi última noche en el mundo, pero el chico resulto inofensivo y a los veinte minutos estaba roncando, yo tardé un poco más.

También volví al trabajo normal, en el Instituto, en la childrenhouse...

Ya hablé en anteriores entradas de los sentimientos encontrados que empiezo a tener. Cada vez son más fuertes, y la gente que tengo aquí, mi novia, mis amigos... empiezan a ser parte de esa familia húngaro-española, que hacen que mi patria sea más grande.

  

 

Vanda, vendrá a conocer Gijón en Julio, otro de mis objetivos del voluntariado ha sido hablar bien sobre mi ciudad, y recibiré dos visitas este verano, más alguna más que hay programada.

Para acabar decir que todo va bien, tengo grandes amigos que me vienen a visitar, una familia que me quiere en Gijón, un entrenador que me mete más presión que el Conseyu para escribir el Blog y dos personas muy importantes en Debrecen, que como dije antes, hacen que me sienta en el Gijón húngaro.

Un abrazo.