Una parte de mí- Sergio Arce-SVE en Hungría

Nunca imaginé que iba a dejar Gijón, mi familia, mis amigos, en definitiva mi ciudad. Pero ahora estoy aquí, en Hungría, Debrecen, y empiezo a sentirme como en casa. Ya no necesito hablar todos los días por SKIPE con mis padres, ya tengo mi pandilla de amigos, ya tengo mi bar favorito, ya no escribo todas las semanas en el Blog.... por esto último pido perdón a los millones de personas que leen mis entradas.

Ahora os voy a contar que hace que me sienta así.

Quiero dar las gracias a Álvaro, quizás la persona que ha hecho que esté más a gusto aquí. Tiene dos lecturas, una muy buena, porque me ha hecho que esté como en casa. Una no tan buena, no estoy hablando todo el inglés que debería.

Con él voy a jugar a baloncesto, voy al gimnasio, salgo de noche y nos contamos nuestras cosas. Con él, por primera vez me di cuenta el otro día, que dentro de un año no estaré aquí, y que a mucha gente que empiezo a apreciar, seguramente no la volveré a ver en mi vida y da un poco de vértigo.

Como esperáis siempre alguna noticia divertida, diré que he recibido el primer beso.  De un chico he de decir. La situación fue así, mi amigo Julien, es el alma de las fiestas. Y en el pueblo de Nyíregyháza, cerca de Debrecen, suele hacer algunas actuaciones. La última vez lo tocó Britney Spears, con el tema Toxic. Durante su actuación, se decidió a darme un beso, no contento con el beso, intentó meter lengua, mientras decía, es por el espectáculo. Como la historia del tranvía, os hará mucha gracia.

Sobre la pandilla, diré que consta de lo que podría ser un chiste: italianos, franceses, alemanes, rumanos, mejicanos, húngaros....

 

Tengo mi bar favorito, y si bien no es El Escondite, cosa imposible de igualar, me lo paso muy bien porque la música no es demasiado mala, me ponen dos canciones en español, Legalización de SKAPE, y la del Chipirón. El único fallo, es que no me ponen a Ismael Serrano, pero bueno sólo me lo ponen en El Escondite, cuando van a cerrar o cuando celebramos que me marchaba a Hungría.

También estoy trabajando, y mucho. Últimamente he hablado sobre las dos Españas, la de los toros, flamenco, fiestas y paella, pero también sobre esa España que pide un cambio, que para desahucios, que defiende una educación pública... una España que sí es mi patria, pero creo que todavía nos queda mucho para despertar del letargo en el que nos han dejado. Viendo lo de Andalucía, donde han vuelto a ganar los corruptos, los que no buscan soluciones para el pueblo, los que venden al ciudadano por intereses bancarios, te hace no ser muy optimista. Pero es por unos momentos, luego piensas en Marcos Ana, y todas las personas que han luchado por nosotros y te das cuenta que hay que seguir luchando. Y cuentas estas cosas en clase, donde hay que contarlas, para que los alumnos, los jóvenes, se conciencien, y sepan que hay otras maneras de hacer las cosas, o por lo menos sepan, como no hacer las cosas.

Ésta es la parte del trabajo que más me gusta y en la que me siento más entusiasmado. Pero también he reflexionado, que en este Instituto, en Fazekas, no me necesitan tanto como en la casa de acogida. Lugar donde el trabajo es más difícil, por los problemas de comunicación, los niños no hablan inglés, pero dónde es fácil sacarles una sonrisa. Y es aquí donde empiezo a sentirme útil. Ellos necesitan esos momentos que pasan con nosotros, aunque sean escasas dos horas, es el mejor trabajo que hago aquí. Porque así entiendo el voluntariado, no es caridad, es solidaridad, es hacer más feliz el mundo a la gente que tiene verdaderos problemas. No es sentir pena o lástima por estos niños, es estar convencido de que puedes ayudarlos, de que puedes sacarles las máximas sonrisas posibles en esas dos horas.

 

También tengo una historia graciosa aquí. A los niños y niñas les encanta decirnos cosas en húngaro y que nosotros las repitamos, porque lo decimos mal, y seguramente digamos cualquier cosa graciosa. Un día una niña me empezó a decir cosas y yo las repetía, ella se divertía hasta que empezó a repetir varias veces lo mismo, y yo también. Pero ella se estaba enfadando, entonces le pregunté a mi coordinadora, qué pasa, y ella me dijo, que estaba diciendo que no repitiera lo que ella decía. Fue bastante divertido.

La máxima dificultad que veo en esta casa, es que hay niños que no quieren participar en nuestras actividades y yo lo intento, pero es donde entra el problema de comunicación que os he contado. Pero bueno, espero que en semanas siguientes,  todos participen.

Mañana me voy a Budapest, viene mi primera visita, y ya sólo escribiéndolo me estoy emocionando. Estoy muy agradecido a estas dos personas que vengan a verme, mañana cuando me vean sabrán cuanto. Me encontraré con Vicente, que nos enseñará la ciudad, no creo que haya nadie mejor.

Para acabar decir que Hungría empieza a ser mi patria también, mi patria en el sentido que os decía, de familia, amigos, buenos momentos.... porque estoy empezando a hacer muy buenos amigos y estoy pasando muy buenos momentos.

  

Saludos a todos y todas, buenas vacaciones y celebremos la llegada de la primavera literal, mientras seguimos esperando nuestra primavera, la de el hombre y la mujer que buscan otro mundo posible.