Viaje por los países Bálticos- Juan Manuel Torrontegui-SVE en Lituania

Como últimamente las cosas no marchan del todo bien,  cuando todo es rutinario deja de ser entretenido y se necesita un cambio, pues es el mejor momento para viajar, no sé al resto de voluntarios pero para mí esto es una vía de escape para pensar nuevos proyectos aquí o ver las cosas desde otro punto de vista. La verdad que es un consejo que doy desde mi punto de vista si algo no funciona en Lituania, quizás más que en otros sitios, busca soluciones y ten la iniciativa, de otra forma nadie lo va a hacer.

Por lo tanto aprovechando que vinieron mis amigos a verme fuimos a ver Estonia y Letonia. Nuevamente fui a Riga, y una vez más a ellos les encantó. No es que la ciudad sea solo bonita   (que lo es) igual es más por las expectativas que tienes al visitar estos países antes de venir, yo personalmente no tenía ni idea de cómo serían y la verdad que me esperaba bastante menos. Riga está cargada de color y ambiente, que en esto dista un poco a Lituania, y su casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Uno se alegra cuando una vez dejas Lituania, a tan solo 3 horas, y ves todo mucho más vivo y  con edificios de estilos renacentistas y diferentes a las típicas fachadas soviéticas que puedes ver en muchas ciudades lituanas. Si a eso le añadimos que uno de los bares más populares de la ciudad "Folkklubs Ala Pagrabs"  escuchas música en directo y para encima es muy barato, la visita no decepciona. Además la ciudad cuenta con visitas guiadas "gratis", los "Free tours" en los que un guía (normalmente suelen apasionarles el tema, y eso se nota) te enseña la ciudad y al final le das la voluntad.

 

Tras tres días aquí, luego fuimos a Estonia, Tallin, una ciudad que nada tiene que envidiar a Riga la verdad, depende de tus gustos te puede gustar más o menos que la capital letona, pero que no creo que deje indiferente a nadie, y por cierto había españoles por todas partes. Nuevamente el casco histórico me encantó, medieval y uno de los mejores conservados de Europa, y la catedral ortodoxa de Alexander Nevski impacta por su altura y viveza. Lo malo de Tallin es que es un poco cara, quiero decir, comparándola con Riga o Vilna  donde podéis comer por tranquilamente 6 euros en un buen restaurante pero no deja de tener precios normales o más baratos que España, pero a lo bueno se acostumbra uno rápido, y ahora ya veo caro pagar más que en Lituania.

 

 

Como estas capitales se pueden ver tranquilamente en dos o tres días, todo depende  lo que quieras dedicarles, nos fuimos a Helsinki un día, ya que el tiempo y el dinero no daban para más. Cogimos un ferry a las 7 de la mañana, por 35 euros podéis ir y volver desde Tallin, aunque si alguna vez estáis en Tallin y tenéis tiempo para viajar os recomiendo un ferry que recorre "Tallin-Helsinki-Estocolmo y San Petersburgo" durante 6 días y que cogiéndolo con tiempo puede costar en torno a 70 euros. La ciudad me llamó menos la atención que Riga o Tallin, digamos que no es una ciudad fea pero tampoco tiene algo realmente especial, bueno sus precios...donde todo es prohibitivo, me recordaba a Londres en precios y donde incluso sus habitantes viajan a Estonia en este ferry  porque les compensa comprar muchos productos allí.

 

Llega la primavera, aunque siga lloviendo, ya se pueden ver buenos días de sol, que la verdad se echaba de menos, y anochece mucho más tarde por lo que los días son mucho más llevaderos. Ahora estoy a la espera de empezar a entrenar con el equipo de futbol de aquí, que la verdad es otra oportunidad más para conocer gente e integrarme en la cultura.