Emociones- Sergio Arce Sanchez- SVE en Hungría

Han pasado ya dos semanas desde la última vez que nos encontramos. Suena Sabina mientras escribo, porque dentro de unos días actuará en Gijón y por primera vez no lo podré ver. Sabina junto a Ismael Serrano son esos psicólogos que utilizas cuando tienes un día bueno, malo o regular. Crecí con ellos y no me han abandonado en esta nueva etapa.

Como he dicho están en todos los tipos de días, y en estas dos semanas ha habido de todo.

Empecemos por donde lo dejamos.

Vino la primera visita y el mismo día me anunciaron la segunda. Javi, Budapest, Debrecen y yo, ya te estamos esperando.

Llegaron Sofía y Marian el martes y en el momento que anunciaron que su vuelo había llegado, reconozco que me emocione, es algo muy especial que vengan a verte a un país que no es el tuyo, y ya lo sabéis, estoy mucho más que agradecido.

 

Ese primer día fuimos a los baños termales de Széchenyi, es un sitio monumental, donde probamos diferentes tipos de aguas termales. La mejor sensación fue en la piscina exterior, donde la temperatura ambiental era muy fría, pero si metías todo el cuerpo dentro del agua estabas en la gloria.

 

Después fuimos a La Ciudadela, de noche, sitio donde Marian lo pasó un poco mal, porque estaba muy oscuro y no había mucha gente. Llegando arriba, Sofía la tranquilizó diciéndole que lo peor sería bajar.

Ese día empezó el tiki-tiki, algo muy simpático que Marian Y Sofía pusieron de moda en Hungría. También Sofía consiguió a la decimocuarta vez, darse cuenta que el agua sin gas en Hungría es la botella rosa. Fue bastante gracioso ver la cara que puso cuando bebió el agua con gas la primera vez.

El segundo día hicimos un recorrido intensivo de Budapest, es una ciudad maravillosa, las orillas del Danubio, los diferentes monumentos, los museos, todo es impresionante.

Quiero hablar del museo del Holocausto, una recomendación de un amigo, profesor de historia. Te quedas mudo, por todo lo que sufrió el pueblo judío. Piensas en que al final no somos tan humanos y que encima volvemos a cometer los mismo errores. Miras a Palestina o África, y piensas que no hemos aprendido la lección. Sin ir más lejos en España, sigue sin saberse donde están muchos cuerpos enterrados en cunetas. Además nadie fue juzgado por los crímenes que se realizaron, durante la guerra y después. Pese a todo, mañana se celebrará el día de la República en España, y que menos que acordarnos de toda esa gente que luchó por traer la democracia a España, y que murió o estuvo en prisión por nosotros, esos son verdaderos héroes, y no Casillas, Alonso o Nadal. Quiero acordarme de ellos, porque creó en la memoria, si miro hacia el pasado es porque me preocupa el futuro, como dijo Woody Allen, es el sitio donde voy a pasar el resto de mis días. Y por eso reivindico la memoria, para crecer sin traicionarse, crecer  sin convertirse en ese tipo gris, aburrido y acomodaticio que todos esperan que seas, crecer recordando aquel verso de Machado:

Hoy es siempre todavía,

toda la vida es ahora.

Seguimos nuestra aventura, después de una última noche perfecta en Budapest, donde probamos varios platos típicos y quedamos con una profesora de mi instituto en un bar donde se reunían los intelectuales en Budapest, nos marchamos a Debrecen. 

En Debrecen con el jamón y el chorizo que me trajeron de parte de mis padres, hicimos una fiesta en mi casa con la familia que tengo ya aquí. Fue una gran noche, pero en la que empecé a percibir también que al día siguiente ya no estarían mis amigas. Es algo extraño, estoy muy feliz aquí, tengo mis amigos, mis hermanos, mi nueva vida, pero cuando se marcharon mis amigas, me quede un poco atontado, más de lo habitual. Me duró unos días. Esto quiere decir que estos tres días fueron magníficos. Gracias por esos días inolvidables.

   

El lunes celebramos la Pascua a la húngara. Como en cada celebración, había Palinka. Yo no tenía muchas ganas de beber, pero después de que dos señores mayores me convencieran de que era tradición, empecé a beber yo también. Fue una gran celebración. Pintamos huevos de Pascua, echamos colonia a las mujeres después de decir un poema en húngaro...

  

Ese día mi coordinadora me regalo un huevo de Pascua, y me explicó cómo lo hizo, en inglés.

Yo estaba bastante hambriento y solo escuche la palabra choc, que asocié con chocolate y no gallina, le pegué un bocado y sí, efectivamente, era un huevo cocido y le di un bocado a la cascara. Como siempre muy gracioso para vosotros.

La semana prosiguió, volví a la casa de acogida, donde los niños y niñas me echaban de menos.

Volví al instituto, para hablar sobre la Semana Santa.

Fuimos a un centro de la 3º Edad, allí una señora me cogió la mano y empezó a hablarme en húngaro, no entendí nada, pero solo necesitaba que la escucharan, y estuve veinte minutos con ella. Fue bastante emocionante, gracias a ellos estamos aquí, gracias a sus luchas, sus sufrimientos. Muchas veces nos olvidamos de esto, y les damos la espalda. En este centro además, hicimos manualidades con ellos.

 

Llegó el fin de semana más tranquilo de los últimos tiempos.

El sábado Dorka y Vanda, dos chicas húngaras que hablan perfectamente español, nos invitaron a cenar en su casa a Julio, Julia, Álvaro y a mí. Probamos muchos platos húngaros hechos por sus padres y madres, e incluso por ellas.

Estas dos últimas semanas han pasado muchas cosas para contar en un blog, por eso creo que volveré a escribir cada semana.

 Gracias a todos y todas los que estáis conmigo, bien en España o aquí al lado mío. Así todo es mucho más fácil.

Buena semana para todos y todas, yo la empezaré con mis alumnos y alumnas viendo la película de UP y después por la tarde visitaré el Aquaticum de Debrecen con muy buena compañía.

Szia draga.