¡Hola de nuevo! Hay que ver, yo que me había propuesto escribir más a menudo y al final lo voy dejando y dejando...pero no quiero perder la oportunidad de ir relatando mis peripecias por Polonia mes a mes, así que, sin más dilación, procedo a comentar brevemente los sucesos más destacados que me han sucedido estos días:
Como viene siendo costumbre, los voluntarios de la oficina "Kobiety" organizaron su noche cultural mensual, siendo este el turno de Hungría, el país de la paprika y el cubo de Rubik. En dicho acontecimiento pude probar platos típicos como el Gulash, el pollo al pimentón o una selección de embutidos. En cuanto a lo de ponernos lazos en el pelo....realmente no me quedo claro si es una tradición magiar o simplemente una broma de nuestra compañera húngara, pero fue una buena excusa para que todos, hombres y mujeres, lleváramos "trenzas".
A comienzos de la siguiente semana, asistí a un evento que tenía pendiente desde que empecé en la universidad: un intercambio de idiomas en tándem. A pesar de mi reticencia inicial, la verdad es que fue todo un acierto darle una oportunidad. Gracias a este acto tuve la oportunidad de conocer a gente polaca muy interesante y, es que, aunque hasta ahora estaba muy contento por la cantidad de gente extranjera que había ido conociendo estos meses, tenía la espinita clavada de adentrarme más en el país que me acoge a través de sus gentes. Por ejemplo, mi compañero de tándem, Łukasz, es un historiador oriundo de Łódź, lo cual es genial, porque siempre tiene respuestas para todas mis preguntas relacionadas con el pasado de Polonia, así como interesantes anécdotas que contar y que yo estoy más que dispuesto a escuchar.
A mediamos de mes, la mayoría de los voluntarios decidimos viajar juntos a Lublin, ciudad situada al este de Polonia, muy cerquita de la frontera con Ucrania. ¿Qué sabíamos de esta localidad? Sinceramente, yo, nada. Pero queríamos hacer un último viaje todos juntos con nuestro compañero italiano Matteo, cuyo proyecto terminaba próximamente. Y, ¿qué demonios?, viajar siempre es una buena idea. Mirando el tema con retrospectiva, puedo decir que no fue mi mejor fin de semana, las bajísimas temperaturas, unido a la considerable distancia que nos separaba de nuestro destino; no nos dejaron disfrutar totalmente: numerosos retrasos en trenes y autobuses, así como un frio tan desagradable que no permitía pasar demasiado tiempo en la calle fueron las principales pegas de nuestra estancia en Lublin. Pese a todo, el maravilloso ambiente dentro del grupo y algunas preciosas estampas adornadas por la nieve salvaron el fin de semana.
Por último, pero no por ello menos importante, llego la semana santa. Afortunadamente, el hecho de que aquí en Polonia las vacaciones se reduzcan a tan solo unos pocos días, no impidió que mi familia pudiera venir a visitarme, primero mi hermano y su novia y, poco después, mi madre. Fue una oportunidad estupenda para enseñarles algunos de los encantos escondidos de Łódź, conocer mejor Varsovia y, personalmente, dejar un poco atrás la morriña que me ha asaltado este mes. Al fin y al cabo, nunca había estado tanto tiempo sin pasar por mi "tierrina". En fin, como iba diciendo, esta vez sí pude dedicar tiempo a pasear por la capital polacada y descubrir rincones tan encantadores como el Palacio de Wilanów y el monumento a Fryderyk Chopin situado en el Parque Real Łazienki, el más extenso de Varsovia.
Y con todo esto, llegamos al final del invierno y el comienzo de una estación más amigable. Estos primeros días de Abril están siendo una explosión increíble de vitalidad y optimismo. La llegada del Sol y de temperaturas más agradables ha provocado un cambio extraordinario en Łódź. Los parques, otrora grises y vacíos, se llenan de niños y mascotas, Sinceramente, tras tantos meses cargando con jerseys y abrigos, me había hecho a la idea de que en Polonia nunca experimentaría esa agradable sensación de salir a la calle, sentir el sol y pensar que dirección tomar para dar un paseo. Los próximos meses prometen un montón de aventuras a la cálida luz del día, desde luego, y espero seguir aquí para relatároslos, do zobaczenia.