Entre Debrecen y Budapest- Sergio Arce-SVE en Hungría

Después de casi nueve meses en Debrecen, llega el momento de tomar decisiones. La primera está tomada y es que me quiero quedar aquí, en Budapest con Vanda. Sin renunciar a mi familia que es la que me lo ha dado todo, ellos siguen siendo muy importantes para mí. Pero las personas como yo necesitamos compañeras de viaje, y Vanda es la compañera perfecta.

 

Por eso he decidido empezar a buscar trabajo en Budapest, donde ella está realizando sus estudios. El trabajo en principio no me importa mucho, sólo quiero algo que me haga vivir bien, sin excesos, sin esos excesos que tiene nuestra sociedad occidental. Por eso empecé a buscar trabajos que no tenían nada que ver con mis dos carreras. Busqué y sigo buscando a día de hoy en IBM, en General Electric, (General eléctrica para los que no entiendan inglés) y otras tantas empresas multinacionales. Dejé a un lado la educación. Pero quiso el destino (aquí en Hungría he empezado a creer en él) que volviendo de hacer la compra con Vanda, nos encontramos con un colegio llamado Orchidea International School (Colegio Internacional), y le comenté a Vanda ¿por qué no?. Ese mismo día les mandé mi Curriculum, fue el domingo. El lunes se pusieron en contacto conmigo y este jueves tengo mi primera entrevista de trabajo en Hungría. Los nervios se acumularon en la llamada y mi inglés no fue digamos, fluido. Pero conseguimos poner una fecha para la entrevista. Ahora estoy preparándome para ella, haciendo presentaciones sobre mi mismo, y también hablando con Vanda en inglés. Quiero ir tranquilo, porque también Álvaro me está ayudando con lo del trabajo y sé que tarde o temprano saldrá. Pero soy muy perfeccionista y creo que es una muy buena oportunidad.

 

Si todo va bien, acabaría mi voluntariado antes de tiempo. ¿Por qué? Pues porque no todo en el voluntariado europeo es perfecto, me ha valido para mejorar en muchas cosas y creo que ha sido el cambio que necesitaba en mi vida, pero no he tenido suerte con la organización. No se han molestado en sacar adelante mi proyecto y estamos vigilados como si fuéramos unos delincuentes. Alrededor mío las cosas no están mejor, dos chicos de una organización amiga han dejado también el proyecto y se han ido a trabajar a Polonia.

Lo que no puedo negar es todo lo que me ha dado el voluntariado europeo, y todo lo que seguramente le queda por darme. He conocido a mi novia, he mejorado mi inglés, he aprendido a vivir sólo, a controlar más mi dinero, a conocer otras culturas, otras opiniones y me llevo también el cariño de amigos y de algunos alumnos. Por todo esto creo que el voluntariado europeo es una experiencia que todo el mundo tiene que vivir, pero creo que tendría que haber más control sobre las organizaciones. También creo que es una experiencia que hay que hacer entre la salida del instituto y la universidad. A poco que seas algo maduro y tengas mi edad, el final del voluntariado te va angustiar por la búsqueda de trabajo e intentar solucionar tu futuro, cuando eres joven solo piensas en disfrutarlo y sabes que luego vuelves a tu país y vas a la universidad, pero llegas con muchos más conocimientos y habilidades que tus compañeros.

El título de este post es Entre Debrecen y Budapest, ahora os voy a explicar por qué. Estos dos últimos meses son unos viajes de ida y vuelta continuos para pasar tiempo con Vanda. Los encuentros son increíbles, pero las despedidas algo tristes. Pero al final me quedo con que todo esto, y la vida en general, es un viaje sólo de ida, por donde pasa tu familia, tus amigos, la gente que te deja huella, tus aprendizajes, tus inquietudes y el amor. Todo esto hace que la vida merezca la pena y que te olvides de si hoy estás en Budapest o mañana en Debrecen. Al final el viaje de ida sigue y todas las experiencias positivas y negativas se van juntando, no hay que olvidarse de las negativas, porque muchas veces son de las que más aprendes.

Un abrazo muy fuerte, desarme suerte para el jueves y ya os contaré en el siguiente blog.