Bueno, después de esta larga pausa y de dos entradas hablando solo de viajes, ha llegado el momento de hablar de mi proyecto, de por qué decidí venir aquí a Eslovaquia: de los niños gitanos con los que paso todas las mañanas! Su comunidad o barrio está al otro lado del río Vah, bastante aislada de la ciudad, se llama Hblke. Nosotros trabajamos en un centro social que cumple también las funciones de guardería extraoficial un año antes de la escolarización de los niños. Así que tienen 5 y 6 años y como no es nada obligatorio, la asistencia de muchos de ellos es bastante esporádica (desde Navidades parece que una epidemia ha afectado a tres cuartos de la clase, estamos bajo mínimos). Pero bueno, tenemos unos 8 niños que vienen casi siempre. Tengo que decir que es mi primera experiencia con niños tan pequeños y no sé si hubiera elegido este proyecto de haberlo sabido, pero ahora me alegro muchísimo de estar trabajando aquí y recomiendo a todo el mundo tener cualquier experiencia a largo-medio plazo con niños así de pequeñitos (no sé si es normal haberla tenido, yo siempre fui un poco reacia, ya sabéis: mocos, que si lo preguntan todo, que si te cuentan mil cuentos chinos) pero es algo totalmente terapéutico!! después de tres meses con ellos se te abre un mundo maravilloso de un lenguaje totalmente diferente. Todo les puede parecer gracioso igual que ante la payasada más grande se te pueden quedar mirando muy seriamente a los ojos. Y qué ojos! eso que se va diciendo por ahí de "la inocente mirada de un niño" no ´se hasta que punto se puede aplicar. Al principio no entendía ni papa de eslovaco y mi capacidad de acción no era mucha, ahora podemos charlar (ellos han sido mis mejores profes para aprender el idioma) y decirles tonterías y también enseñarles un poquito. La primera hora es toda entera para jugar libremente, a veces juegan con los mil juguetes que hay en la habitación (el centro social depende del ayuntamiento y en lo que a los niños respecta no faltan recursos, en cuanto a personal cualificado... es otro tema) y nosotros los "asistimos" (construyendo torres de legos, haciendo puzles, "leyendo" cuentos, coloreando) otras veces los voluntarios somos los juguetitos en cuestión: es encanta que los persigas diciendo que te los vas a comer o dejamos que nos peinen, nos cocinen, nos ausculten, nos pongan vacunas... bueno, de todo, imaginable o inimaginable.
Luego tienen la hora del almuerzo; se lavan los dientes y después aprenden algo con la maestra-pedagoga-trabajadora social (para que entendáis lo del personal): esta semana fueron los animales, las figuras geométricas hace poco, los colores al principio... Otras veces cosas prácticas como coger transporte público o cruzar la calle; también hacemos "gimnasia" y cantamos y bailamos mucho. Cómo podéis imaginar el nivel con el que entran al cole es muy básico y lo más desalentador es que aquí en Liptovsky Mikulas (aunque la segregación está en toda Eslovaquia), el 90% de los niños Rom van todos a un colegio exclusivamente para gitanos, y no es que tenga un cartel en la puerta que lo diga, es que está en una zona muy cerca a esta y otra comunidad de romanís y los padres "blancos" han dejado de llevar a sus hijos a un centro escolar cuya mayoría de alumnos era gitana.
Y cuando digo que la segregación es muy evidente la llamo "segregación" por ser eufemística porque es racismo con mayúsculas lo que nos encontramos casi cada vez que sale el tema de qué hacemos en Eslovaquia... pero es un tema que aunque me enerve es, como sabemos muy complejo, y creo que ya me he enrollado bastante.
Os dejo fotitos de los niños (tenemos permiso de los padres) y de lo bonito que está Liptovsky Mikulas con su medio metro de nieve y sus -10 grados.