¡Hola! O como diríamos aquí: Bok!
Antes de nada, y como es nuestra primera entrada para el blog, queremos presentarnos. Somos Patricia y Ángel y ambos hemos estudiado psicología. Este año decidimos que era buen momento para darnos un respiro en la búsqueda de trabajo (ya que la cosa no anda muy bien) y vivir una nueva experiencia. El Cuerpo Europeo de Solidaridad nos dio esta oportunidad y no podemos estar más felices de haberla aprovechado.
Sin embargo, no es todo tan idílico como podría parecer. Hace cosa de un mes llegábamos a Zagreb, con la maleta llena de ilusión e inseguridad a partes iguales. No conocíamos nada del país ni de su cultura, así que todo nos iba sorprendiendo a cada paso que dábamos. La primera semana fue de adaptación. Antes de venir, te cuentan lo que es el shock cultural, un proceso por el que normalmente todo el mundo pasa al llegar a un país nuevo y el cual se define como una especie de tristeza y nostalgia de tu casa, idioma, costumbres..., pero no acabas de entenderlo del todo hasta que lo vives. Nosotros lo hicimos, al menos la primera semana. Los principios nunca son fáciles y echar de menos tu zona de confort es algo por lo que, seguro, tendrás que pasar, pero si de verdad te interesa vivir esta experiencia no dejes que ello te frene. Solo hacen falta tiempo y unos cuantos autobuses perdidos (porque no entiendes los horarios, ni el sistema, ni el idioma...) para darte cuenta de que la ciudad, poco a poco, ya es cada vez más, tu nuevo hogar.
La organización que nos ha acogido se llama Slava Raškaj. Es un centro educativo para niños/as y jóvenes con diferentes discapacidades, dificultades y/o problemas de aprendizaje. Como voluntarios en el centro, debemos desempeñar dos tareas. Por un lado, ayudar a las chicas y chicos a realizar un video currículum con el fin de que encuentren un trabajo cuando finalicen su formación en el centro. Por otro lado, trabajamos en diferentes terapias creativas, como arte-terapia o músico-terapia que llevamos a cabo con las y los peques.
Durante la segunda semana estuvimos en el on-arrival meeting, una formación a la llegada para personas voluntarias que acaban de comenzar con sus proyectos. En nuestro caso, tuvo la forma de unas convivencias en Orahovica, un pequeño pueblo a 3 horas de Zagreb, con voluntarios destinados tanto en Croacia como en países cercanos. Esta quedada supone un punto de inflexión, pues te das cuenta que no estas solo/a y te da la oportunidad de conocer a mucha gente que, con suerte, acabarán siendo tus amigos/as en esta aventura.
De nuevo en Zagreb, continuamos nuestro proceso de adaptación y nuestros trabajos en el centro. Comer a las 12:00h y cenar a las 19:00h ya no nos parece tan raro y ya hemos planeado nuestro primer viajecito para las vacaciones de diciembre.
Os seguiremos contando en siguientes entradas, pero podemos avanzar que pinta muy muy bien lo que está por venir.
Dejamos unas fotos de este primer mes aquí abajo, ¡nos vemos!.