¡Hola de nuevo! Tere!
¡Fai un cutu qu'escarabaya'l pelleyu y pinga'l mocu! Y, ¡taaachán! Es justamente en esta época cuando he decidido ir a explorar la naturaleza de Estonia. Para quien no lo sepa, Estonia es uno de los países más verdes del mundo y no hace falta ni siquiera salirse de Tallinn para ver paisajes que quitan la respiración. Obviamente, y dadas las condiciones atmosféricas, todo está o bien cubierto de nieve o hielo o directamente congelado. Pasear por el bosque o la playa es toda una experiencia que recomiendo a todo el mundo, con muchas caídas y muchas risas. Aquí os dejo unas fotos y un vídeo para que os hagáis una idea.
Enero, por supuesto, también marcó la vuelta a la rutina tras las vacaciones. Aunque me diera pereza volver (solo de pensar en el frío, madrugar todos los días...), he de decir que una vez aquí todo ha sido bastante fácil y agradable. La vuelta al trabajo ha sido bastante dulce, llenas de besos y abrazos de mis niños en el cole (¡me echaban de menos!) pero también intensa. Llegué a Tallinn un lunes a las 7 de la mañana y entré a trabajar ese lunes a las 10... ¿Me arrepiento? Pues no, aproveché la hora de la siesta de los niños para dar alguna cabezada, algo que últimamente hago siempre...
Aunque en los diarios no se refleje, la verdad es que me lo estoy pasando muy bien aquí y me da pena pensar que ya estoy a la mitad de mi EVS... No obstante, tengo muchas cosas planeadas para el tiempo que me queda y, para que quede constancia y obligarme a cumpliros, mis objetivos para el próximo mes son: ir a la sauna, ir a esquiar, conocer a más gente estonia y quizás hacer algún viaje por Estonia o por otro país. En el próximo diario conoceremos si he conseguido hacer alguna de las cosas que tenía en mente. ¡Deseadme suerte!