Se acabó el año y con este el periodo en Malta de algunos de mis compañeros. El mes de Diciembre ha sido el más duro desde que estoy aquí debido a la carga de trabajo que hemos tenido por todos los eventos navideños y programas en los que participo. Ahora parece que el tema del trabajo está más relajado pero aun así estamos más apretados que al comienzo.
Como he dicho al principio ha sido tiempo de despedidas ya que mi compañera de piso y otros voluntarios, muy amigos míos, también se han marchado; es algo triste pero para lo que mentalmente me he estado preparando desde el primer momento que llegué porque sabía que esto iba a pasar.
A pesar de las despedidas estás navidades han sido muy especiales y recordaré con mucho cariño esta etapa de mi vida en la que he conocido a gente increíble y he aprendido muchísimo de este grupo multicultural del que formo parte. Se va acercando el final de mi EVS algo prematuro y es una mezcla de emociones tan grande que ni siquiera sé si estoy contento o triste, la verdad que esta etapa en Malta ha roto bastante mis esquemas.
En cuanto a mis compañeros EVS solo tengo palabras buenas hacia ellos, han sido un gran apoyo en todo momento y hemos formado nuestra pequeña familia. Sobre el trabajo no puedo decir exactamente lo mismo puesto que en los dos últimos meses ha cambiado demasiado la dinámica para mi gusto, aunque con esto no estoy diciendo que no haya disfrutado todo lo contrario, el tiempo que pasaba antes con niños ha sido cambiado por demasiados trabajos de recaudación de dinero o simple mantenimiento de las instalaciones.
En general la experiencia está siendo inolvidable y no la cambiaría por nada que a fin y al cabo es lo importante. Me llevo un buen sabor de boca de esta pequeña isla.