Cual verano azul en la República Checa-Nerea Enríquez desde Rep. Checa

Sí, vuelvo a ser yo, esa pava que escribió su último post en Junio y no volvió a aparecer. Y es que el verano la hizo desaparecer y sumergirse en nuevas aventuras. He disfrutado más que una niña de 4 años que va por primera vez a la playa. Y es que ha sido un verano muy loco.

Fueron meses de campamentos, de tormentas, de estrellas de dormir en tipis y de vivac, de noches de hoguera, andar barefoot polo monte... Y, como no, de viajes, festivales y conciertos. Fuimos a un Permaculture Festival en un lugar perdido de Polonia en el medio de campos y bosques. Bailando, cantando y aprendiendo y flipando con que a las 3.30 am ya saliera el sol. También decidí de una semana para otra, ir a Galicia a visitar a mi familia y algunas amigas sin avisar, por sorpresa. Los vuelos estaban súper baratos y allá que me fui. No se lo creían, quedaron en shock pero que bien estar nos días en casa. Pero eso, unos días, que luego había otra aventura en mente: coger el coche y a mi perra y marchar a Asturias, donde pasé unos días durmiendo en playas y luego quedé con Ángela y Afroditi, dos voluntarias con las que vivo, en Picos de Europa para pasar unos días juntas junto a otras dos bonitas personas. Fueron días increíbles. Qué bonito es Asturias!

 

Tocó volver para seguir con los campamentos y estar desconectada más aún de las tecnologías. Con solo decir que el único lugar donde podías encontrar algo de señal eran en las letrinas... Que sei eu, me encanta. No pude evitar pensar y echar de menos a mis personitas de mi grupo scout. Pero todo bien, anotando ideas para poder llevar cuando en algún momento vuelva.

 

Porque sí, va quedando menos tiempo. El final se acerca y con el la incertidumbre de no saber que hacer. Pero mira, ahora a respirar y disfrutar.