Cronica de Noviembre-Noelia S. Veira-SVE en Finlandia

He aquí la crónica de este mes que acaba de pasar:

Creo que este mes se podría resumir con una palabra "NIEVE". (¡¡Lunta!!)

Todo es blanco y bonito, y no me creeréis pero este sitio es absolutamente fascinante.

 

La primera nieve cayó en la primera semana de noviembre. Y cuando llegamos al colegio los niños estaban expectantes esperando por nosotras emocionados por la nieve y por la ilusión que sabían que nos haría a nosotras. Y jugamos y corrimos, hicimos un muñeco de nieve (lumiukko); y hubo una guerra de bolas de nieves en la que fui la clara perdedora, pero en fin, qué se le va a hacer. Como veis estoy pasándomelo como una enana... ¡Me encanta mi trabajo!

Y además de la nieve, y la nieve, y más nieve, todo sigue bastante igual para ser sinceros. Supongo que me estoy acostumbrando a la rutina y el ritmo de este lugar, aunque no tanto a la cada vez mayor oscuridad (anochece a las 3 y media de la tarde aprox.). Pero hay días que volviendo a casa desde el colegio pienso "es increíble que esté aquí. Estoy en Finlandia". Y es que es algo muy grande y parece que se me olvida cuando me veo envuelta en el torbellino de días y las miles de cosas que hay que hacer, pero me siento muy afortunada de la oportunidad de vivir esto. Tanto que a estas alturas ya sé que me va a costar horrores decir adiós cuando toque a este pueblito.

¡Ah! Y este mes ha sido mi cumpleaños. Ese día cuando volvimos de clase de finés nos estaba esperando en casa una fiesta sorpresa con nuestra mentora, y mamás del cole con sus niños. Y muuucha mucha comida. Me han regalado chocolate y bombones por encima de mis posibilidades. Y Alba me sorprendió con una tarta súper adorable y riquísima con mi nombre y todo escrito. Esta gente es tan bonita...

 

Y por último, a finales de mes celebramos con el resto del equipo del cole nuestra Pikkujoulu (una pequeña fiesta de navidad). Jugamos a los bolos y yo descubrí, no con demasiada sorpresa la verdad, que soy pésima. Cenamos, o comimos, o algo... (algún día prometo que entenderé los horarios en este país) en un pub irlandés muy genial.

Y ahora toca contar los días para volver a Asturias por Navidad, que tengo unas ganas locas de ver a mis perros y mi gata principalmente (y a familia y amigos claro). En dos semanas estaré rodeada de montañas (Como echo de menos las montañas)

 

Así que me despido hasta el año que viene ya desde mi pueblo de cuento, que ahora está todo blanco y bonito.

¡Abrazos!