Volví a casa por Navidad. Una semana con mucho amor! En la estación me esperaba una sorpresa: Cuatro amigas mías fueron a buscarme. No había contado con eso, así que me alegré mucho. En casa (a medianoche) ya me esperaba mi familia. ¡Qué reencuentro! Pasé mucho tiempo con mi familia esos días: Paseamos por el bosque, hablamos y reímos muchísimo. Comí muchas cosas de mi madre y mi abuela que eché de menos durante mi estancia en España (Neujahrskuchen, un plato de puerro-salmón y mucho más). Por supuesto me encontré con mis amigos. Estuve LOCA de alegría de verlos y charlar y beber "algunas" cervezas típicas alemanas con ellos. Me alegro de pensar que volveré a verlos en unos meses... Esa semana pasó volando...Y la vida en Gijón continúa...
Estaba feliz de celebrar el Año Nuevo aquí, en España, con todas las cosas típicas. PERO: Cuándo llegué al aeropuerto de Asturias recibí un mensaje de mi madre y de una amiga que me dice que ella tiene COVID...En ese momento mi miedo más grande fue que hubiese contagiado COVID a mi familia (cese de alarma: No los contagié - menos mal!). El lunes no fui al trabajo y martes tuve dos tests de antígenos positivos. ¡Joder, joder, joder! Lo que significó: cuarentena. Fue el horror! Porque no conocía el sistema médico de España y no tenia ni idea como funciona aquí. Yo, sin familia y amigos y sin paciencia en mi habitación, encerrada. Aparte de esto hubo una falta de los tests PCR. Por eso tuve que esperar cuatro días para hacerlo...Pero al final no me hicieron el test porque al parecer no estuve en el sistema.¡qué mala suerte! Menos mal, no tuve síntomas y solo tuve que quedar en cuarentena durante siete días y gracias a Nanús el Año Nuevo no fue tan malo. Saludamos el Año Nuevo con uvas, turrón, sidra y comida típica (no recuerdo el nombre). Entonces, Manon cocinó la comida y comimos juntas delante de la pantalla de nuestros móviles y comimos las uvas en la ventana. ¿Qué he hecho durante esos días en confinamiento? Netflix, deporte en mi habitación, llamadas con mis amigos (algunos también estuvieron en cuarentena), Manon y mi familia, un poco de español y unas cositas... Después de esos días horribles disfruté la libertad, el aire fresco y carreras al lado de la playa.
En general la situación en España y Gijón con el COVID es el contrario de bueno: Ahora conozco a muchas personas que tienen COVID o que son personas de contacto. Los números de los infectados aumentan cada día y por eso hay más restricciones: Mascarilla en las calles, al aire libre (qué tontería), clubs y discotecas están cerrados, bares y restaurantes tienen que cerrar a la una, solo grupos con el máximo de 10 personas están permitidos y para entrenar en un restaurante tiene que mostrar el certificado de vacunación. Claro, es necesario, pero no es una vida satisfactoria. Debido a COVID casi todas acciones del CMX en institutos, en la calle, talleres y seminarios están canceladas. Es una pena porque no puedo vivir y disfrutar el voluntariado entero.
Ya vienen los Reyes Magos! Manon y yo fuimos a la cabalgata. ¡Qué impresionante! Tanta gente con diferentes disfraces, un gran fiesta con música, cuya atmósfera me gustó mucho. Es parecido a carnaval en Alemania, pero en Alemania todos tienen disfraces y hay regalos (dulces, comidas, juegos,...) y alcohol.
El sábado pasado Manon y yo visitamos Avilés. Caminamos casi tres horas (ida y vuelta) hasta una playa muy bonita. Esta playa me gusta más que San Lorenzo porque solo hubo unas pocas personas. Fue tranquilo, no muchos turistas, de modo que solo pueda disfrutar del ruido del mar. Me gusta mucho la sensación de empezar a caminar sin destino, descubrir nuevos lugares y perderme, como ese día. Para terminar ese día hubo comida típica francesa y una pelí de Spider-Man.