Centollo, carnaval y Tenerife (1ª parte)-Cristian Mirto-Voluntariado en España

26.02 - 04.03

Estos siete días, a caballo entre febrero y marzo, han sido muy agradables. Se han marcado por ser días de nuevas aventuras y descubrimientos.

Empezamos con el grupo de conversación en italiano. Aprovechando que la semana siguiente sería sido la semana de carnaval, el tema de la charla que propuse fue propio de esta celebración, con enfoque en los carnavales típicos de Italia. En Italia hay lugares donde el carnaval es muy celebrado. Por ejemplo, tiene enorme fama el carnaval de Venecia. Pero, cerca de él, tenemos también otras ciudades, incluso pueblos y aldeas, donde el carnaval se vive con mucha afición. Les hablé a los participantes sobre el carnaval de Ivrea (Piemonte), donde los festejantes suelen lanzarse naranjas entre sí, más o menos de la misma manera que se hace con los tomates en la "Tomatina" de Buñol. Además, enseñé fotografías de los carros alegóricos de Viareggio (los más grandes del mundo) y de las carrozas de Acireale, en Sicilia, compuestas por flores. Estos son los carnavales más famosos de Italia, pero hay muchos más repartidos en toda la península. En España, los carnavales más importantes se celebran en Cádiz, Asturias (donde se llama Antroxu, en asturiano), Tenerife y Gran Canaria.

Tanto en Italia como en España, por carnaval se preparan platos típicos. En Italia se comen "le chiacchiere", palabra que se podría traducir con "los chismes" en español. Son hojas de harina fritas y espolvoreadas con azúcar glas. Os podéis hacer una idea más precisa con la foto que os dejo aquí a continuación. En Asturias, es tradición comer los "frixuelos". Parecidos a crepes, los frixuelos se cocinan friendolos, y por eso son más grasos y aceitosos. Uno de los aspectos más interesante de vivir en un país extranjero es probar lo que es típico comer. Por supuesto, probé los frixuelos y me gustaron, pero sin volverme loco. La ocasión para comerlos fue el jueves de comadres, día de la semana precedente al inicio del carnaval, donde supuestamente deberían salir solo mujeres, sin sus novios, maridos o los amantes que tengan. Esto sería lo que manda la tradición. Como se puede deducir, por el hecho de que yo también salí a comer frixuelos en esa fecha, hoy en día la prohibición para los hombres no es tan rígida.

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Dado que estoy comentando sobre la comida asturiana, me parece oportuno contaros también que comí otro plato nuevo para mí: el centollo. En realidad, no creo se pueda definir un "plato" poner a hervir por unos minutos, y luego servir sin ulterior preparación, este gran crustáceo, parecido a una langosta, que vive en el océano atlántico. Pero, de todas formas me encantó. Fue la cosa más rica y que más me gustó comer desde que llegué a España, a pesar de su aspecto no exactamente atractivo.

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El jueves de comadres, antes de ir a por frixuelos, Kimi y yo hemos tenido el grupo de conversación en inglés, donde elegimos tratar el tema de la educación escolástica. Dado que el tema me interesaba, yo también participé activamente a la charla y la hora y media de reunión pasó pronto.

Como os anticipé, uno de los carnavales españoles más importantes se festeja en Tenerife. He pensado que era una oportunidad ir a verlo con mis propios ojos y aprovechar también para visitar ese lugar tan famoso y exótico, bajo mi perspectiva. Entonces, tomé algunos días de vacaciones y el sábado por la mañana cogí el avión con destino a la isla canaria. En pocas horas desde mi llegada, después haberme instalado en mi nueva habitación, a mitad entre La Laguna de San Cristóbal y Santa Cruz de Tenerife, un amigo del dueño de mi piso ya me ofreció salir a ver las fiestas por las calles de Santa Cruz. El único problema era que me faltaba el disfraz. Con generosidad, me prestó una bata de cocinero italiano, acompañada por un sombrero y una frondosa peluca.

Con este aspecto, estaba listo para la noche. Durante el carnaval las calles de Santa Cruz son exactamente como os las podéis imaginar: coloridas y locas. Alrededor del centro de la ciudad hay música y muchas personas festejando, bailando y disfrutando. Todos rigurosamente disfrazados.

Esta entrada es ya bastante larga. Os contaré la prosecución de mi aventura tinerfeña en la próxima. ¡Hasta luego!