No va a ser un blog cargado de novedades ni de cosas interesantes, pero sí de morriña de mi tierra, de melancolía.
La navidad llego a Inglaterra, aunque para ser sinceras ya había llegado hace mucho. El espíritu navideño llenó a todo el mundo, incluso en la organización.
Además, experimentamos una de las mayores nevadas vistas en mucho tiempo. Wolverhampton estaba cubierto por un manto blanco precioso. Para una gijonesa esto fue un placer y mientras la gente pedía que parara yo estaba emocionada cada vez que miraba por la ventana.
La carga de trabajo también se hizo más grande ya que las actividades en relación a la navidad nos mantenían ocupadas. Las calles de Wolverhampton parecían diferentes ya que las luces brillaban más que nunca (de hecho, eran tan bonitas que todavía siguen puestas jajaja). Era momento de volver a casa y reencontrarme con la mías.
Amigas, familia y momento de calma antes de retornar el final de mi SVE. Todo seguía igual de genial en casa y, a pesar de que estemos hablando de Asturias, el clima era incluso caluroso. Unas navidades fantásticas para volver cargada de energía para Inglaterra.
Además... en un mes me voy de viaje (otra vez)... a Bruselas! Tengo muchas ganas de seguir descubriendo y aventurando -y las vacaciones nunca vienen mal. (Manchester Airport tiene muy Buenos vuelos, juventud!)
Se acerca el final. Sólo nos queda un mes para que esta experiencia mágica termine. Y como no puedo afrontar eso, me quedó aquí a probar suerte. Todo mi grupo se está volviendo loco para decidir qué hacer con su vida dentro de un mes pero lo más probable es que la mayoría de nosotras sigamos aquí, lo cual me hace muy feliz. A pesar de que no todo el mundo haya encontrado aquí su lugar, tengo a mi familia intercultural que me apoya, y con la que continuaré esta experiencia. Es el final de la nuestra y el principio de unas afortunadas que llegarán en un mes para vivir y sentir, si tiene suerte, tanto como lo hicimos nosotras. Es un mes duro, de mucho estrés, de mucha tristeza y miedo pero ilusión, mucha ilusión.
Ya que estoy en momento de reflexión, me gustaría mandar un mensaje a todas aquellas personas que están pensando en participar en el SVE, que fueron a la charla informativa y que se cuestionan si formar parte o no de este mundo.
Queridas juventudes:Sé que no todo el mundo tiene las mismas condiciones o suerte que yo he tenido con este proyecto pero no dejéis de intentarlo. Es una experiencia única que no olvidaréis nunca y que, de hecho, a mí me ha cambiado la vida. Nunca podré agradecer lo suficiente esta oportunidad que me empujo a explorar horizontes y a darme cuenta de que hay realidad más allá de la comodidad de tu casa. Merece la pena luchar y si no sale bien, por lo menos evitas recriminarte no haberlo intentado. No lo dudéis. Tiraros a la piscina porque, de una forma o de otra, tiene agua.
La vida nos trae y nos lleva, y de momento a mí me deja aquí.
Seguiremos informando.
Xx
Marina.