Ha sido un mes tranquilo, esta vez no he ido por ahí, me he quedado en Opatija viendo las hojas caer con el paso del otoño. Esto incluye la castañada de la zona - la marunada. Hicimos unos juegos con los niños, jugando con castañas en el pueblo de al lado, Lovran.
Ahora, por todos santos (Jaloguin como dicen muchos) llegan dos nuev@s voluntari@s, un lituano y una gallega. Y la verdad es que se necesita aire fresco por aquí.
Ah y mi última reflexión; da igual cuanto dinero tengamos, si nos gusta nuestro curro, si nos encontramos bien de salud.. no somos nada sin amigas y amigos.