Cada día una nueva ciudad - Lena en España

Un día después de que volviera de Barcelona, mi amiga Nina de Alemania vino a visitarme. Juntas hicimos surf por primera vez y fue muy guay! Al principio fue difícil levantarnos, pero después de unos intentos, cogimos olas levantando. Un deporte que me gustó mucho. ¡Algún día voy a hacer surf de nuevo! El plan era que hacíamos surf al día siguiente también pero no hubo olas:((( Por eso decidimos beber sidra y jugar al voleibol en la playa con los del Erasmus. Por supuesto Nina tuvo que probar el Calimocho y salir de fiesta por Gijón. Y qué puede ser mejor que Jueves de Tapas? Entonces fuimos a Jueves de Tapas con algunos amigos y a Nina le encantó la fiesta y el Calimocho, de modo que lo bebe en Alemania ahora (voy a hacer lo mismo...).

 

 

   

El viernes empezó nuestro viaje por el lado derecho de España: visitamos una nueva ciudad cada día durante seis días.

Nuestra primera parada fue Bilbao. Subimos al Artxanda Parkea dónde se puede ver toda la ciudad. Luego fuimos a la Playa de Bakio, a San Pelaio y vimos las procesiones. Una tradición que nos sorprendió mucho porque todos parecen que pertenecen al kukuxklán.

  

   

Día 2: Logroño. Para llegar a Logroño tuvimos que conducir por los campos de uvas, todo estaba lleno de estos campos, hasta donde alcanza la vista. Logroño fue el lugar perfecto para hacer nuestra propia cata de vinos con un picnic y un sol en el parque de la Ribera. Luego hicimos una ruta del vino: visitamos los sótanos dónde reposan los vinos y allí aprendimos muchas cosas sobre el vino y su fabricación.

   

Día 3: Zaragoza. Antes de salir de Logroño seguimos con nuestra tradición alemana de Pascua: pintamos huevos y los comemos para el desayuno. En Zaragoza visitamos el centro: la plaza del Pilar y la Basílica que es muy bonita.

 

   

Día 4: Valencia. La ciudad que más me gustó de nuestro viaje. Alquilamos bicicletas para pasear por toda la ciudad. Fuimos en bicicleta a lo largo de la playa para llegar a Port Saplaya que parece cómo la pequeña Venecia. Este lugar me encantó: barcos y casas pequeñas de diferentes colores. Por supuesto tuvimos que probar la comida típica de allí: la horchata (hecho de chufas) y la paella (con base de arroz de la sartén) - dos cosas muy ricas. Por la noche visitamos la Ciutat de les Arts i les Ciències que es muy moderna. En el viaje todo salió bien, demasiado bien. Algo tuvo que pasar: Cuando volvimos para devolver las bicicletas, mi neumático explotó. Tuve que empujar la bici pero después de unos minutos fue imposible porque la cámara se quedó sin aire. Por eso decidimos coger el metro lo que fue un desastre: bajamos las escaleras con bicis que pesaban mucho y mi bici se atascó en los controles. Para salir de la estación del metro tuvimos que coger el ascensor pero fue muy difícil porque las bicis eran demasiado largas... Pero al final pudimos salir y llegamos a la tienda de bicis. Lo más molesto fue que no pudimos participar en nuestro tour en barco que ya habíamos pagado...pero buenooo... La vida no es una granja de ponis.

  

   

   

  

Día 5: Cuenca. Una ciudad pequeña que vale la pena visitarla. Pasamos por toda la ciudad y desde la Ciudad Vieja se tiene vistas maravillosas sobre la ciudad con sus casas colgantes.

   

Luego cogimos un BlaBlaCar hacia Madrid y allí nos reunimos con Rebekka. Juntas cenamos y salimos de fiesta. 

Día 6: Madrid. Pasamos por la ciudad para mostrar a Nina los monumentos más importantes y ya llegó el momento para decir "hasta luego" a Nina...Rebekka y yo comimos una última vez churros con chocolate y fuimos a pasear por la ciudad antes de que yo cogíera el tren para volver a Gijón...

  

Así terminó mi último viaje durante mi voluntariado...