La primavera llegó, por fin, para curarnos del largo invierno. Mayo vino entre lluvia y sol, pero ya empezamos a oler esos aires primaverales, aunque también cargados de alergia.
Seguimos disfrutando de la naturaleza que nos rodea, y viendo como los paisajes que hace cuatro meses estaban cubiertos de blanco ahora parecen otros llenos de verde y flores de diferentes colores. Y, también viviendo nuevas experiencias y conociendo más gente. Hemos podido acampar con el cole una semana en sitios increíbles y, fuera de nuestro proyecto de voluntariado, también hemos ayudado a demoler una casa (a cambio de buenos momentos y comida jaja).
Nuestra primera cena en un restaurante juntas, tomar algo en una terraza, viajar, disfrutar de nuestro pequeño jardín... Estas pequeñas cosas que antes eran de los más normal y que ahora apreciamos más que nada.
Este es mi pequeño resumen de mayo y ya os adelanto que junio viene cargado de buenos ratitos.
Nos vemos pronto,
Ángela