06.08.2018 - 12.08.2018
¡Qué semana más triste!
El martes mi madre y hermana se marcharon a Alemania y me dejaron sola otra vez, pobre de mí. El lunes aprovechamos nuestro último día juntas y fuimos a la playa en Gijón por primera vez. Desafortunadamente el tiempo más típico de Asturias volvió con una fuerza increíble. El plan era hacer un "día de la playa" pero al final nos fuimos muy pronto a casa. ¡Tuvimos la piel de ganilla en verano! ¿Cómo puede ser? Pero esto permitió ellas tuvieron una experiencia verdadera asturiana porque hasta este día había un tiempo maravilloso, no asturiano. Siempre te engaña, crees que habrá sol y calor pero en este momento las nubles y la lluvia te atacan. Ahora conocen esta cara de Asturias, la verdadera cara.
El martes fue el día más triste de mi estancia en España. Bueno, uno de los días más tristes si cuentas el robo en Barcelona. Cuando volví a casa después del trabajo estaba muy triste. Es muy raro tener personas tan ruidosas y divertidas en casa y de repente no tener a alguien. Solo el silencio. Me sentí cómo perdida y sin plan que hacer con el resto de mi vida. Un poco dramático. Ya lo sé, pero es la verdad. Hasta el fin de semana no tenía ningunas ganas de hacer nada especial porque ellas no estaban para compartirlo.
Como digo, este sentimiento solo duró hasta el fin de semana, cuando fui a la playa y nadé un poquito. En realidad no me gusta mucho nadar en el mar pero desde mi viaje a Málaga y nuestra excursión a la playa de Avilés, me gusta un poco más. El problema es que siempre cuando estoy en el mar ingiero el agua. Os aseguro que no es rico, es asqueroso. Como aprovechando que tenía bastante tiempo y tranquilidad en la playa, por fin empecé leer un libro ¡en español! El libro es "Los cinco" de Enid Blyton pero los conozco mejor como "The famous five". Eran unos de mis libros favoritos cuando era pequeña y ahora voy a volver en el mundo de "Julián, Dick, Anne y Jorge". Tengo muchas ganas y hasta ahora, después de algunos capítulos, entiendo suficiente para comprender la historia.
Otra cosa que me ayudó para estar más feliz es el conocimiento que mi hermana va a volver a visitarme en el otoño porque tiene vacaciones al final de octubre y me echa de menos tanto como yo a ella. Va a quedarse las dos semanas y no podríamos estar más felices o emocionadas. Pobre Loïs. Va a vivir con esa chica loca todo este tiempo. Nos parecemos mucho pero solo en el exterior. Tenemos la misma piel, el mismo pelo y la misma voz pero ella, de verdad, está loca. Su personalidad es el contrario de la mía: es ruidosa, abierta y no tiene vergüenza de nada. ¡Cuidado chicos de Gijón: Va a venir Alissa!
Vamos a ver cómo va su tiempo aquí...