17.09.2018 - 23.09.2018
Habéis leído bien: estoy a las puertas de la muerte. Es verdad. Creo que serán las últimas semanas de mi vida. ¡Qué pena! Me hubiera gustado haber visto a mi hermana otra vez. ¿La razón de esta declaración? Estoy enferma por primera vez desde hace dos o tres años. Estaba casi convencida que era como Bruce Willis en "El protegido". (Pero ¿qué título es este? En ingles suena mucho mejor: Irrompible) Bueno, ahora sé que no soy una protegida y tampoco irrompible. Maldita enfermedad.
Bueno, puede ser que estoy exagerando un poquito. En realidad no me siento tan enferma. No tengo dolor de cabeza ni en de huesos. La única cosa que me duele es la garganta y cada día de esta semana ella me dolió un poco más y al final tenia tos. Me quedé en casa dos días porque pensaba que quizás me sentiría mejor si descanso pero no. No mejoré y al final volví al trabajo porque me siento peor por la mañana y por la noche pero por el día estoy bien.
No hice nada especial esta semana porque no quería esforzarme, entonces me aburrí muchísimo. Que mala suerte, estar enferma cuando hace buen tiempo. "La vida es una zorra", es lo que dicen los ingleses y en mi humilde opinión tienen toda la razón. Estaba en la cama, viendo el sol y oyendo a la gente fuera pasándolo bien. ¡Qué tortura!
El fin de semana estaba cansada de estar en casa todo el día, por eso salí. El sábado hizo buen tiempo y fui a la playa y al parque para leer. No nadé (todavía tengo miedo de los tiburones y además tenía tos) pero aproveché el sol y la vista. Me encanta estar frente el mar, solo para mirar. Es muy tranquilo y algo que no puedo hacer en casa. Aunque Berlín está en el norte, está bastante lejos del mar, demasiado lejos para aprovechar el paisaje media hora.
El domingo fui al jardín botánico porque eran los días de puertas abiertas y no tenía que pagar la entrada. Era mi segunda visita y por segunda vez hizo mal tiempo. El cielo estaba lleno de nubes y también hacía un poco de frío. Exactamente como la primera vez que fui en primavera. Por supuesto me perdí en el "bosque" porque soy Leila, una dummy. ¿Cómo puede ser que me pierda en un jardín botánico? Es un misterio que será infranqueable para siempre. Para pasar el tiempo leí otro libro. Sí, otro libro. Ahora he leído la mitad del "Padrino" y me encanta. Normalmente leo libros románticos pero a veces necesito crimen y asesinatos.
Cuando había encontrado la salida (por fin) una anciana me preguntó algo que no pude contestar porque no sabía dónde estaba, vío que soy alemana, empezó a contar cosas y así entendí que estaba atrapada en una trampa. La mujer me habló de la historia de Asturias, Gijón, Oviedo, de su árbol genealógico y un poquito del jardín y donde estuvimos. Confieso que al final no la escuché. No entendí casi nada de lo que me estaba contando sobre Asturias y después de insultarme (por accidente) no tenía ganas de hablar más con ella. Siempre los mayores. Es un fenómeno mundial creo, que los mayores hablan por los codos.
Después de demasiado tiempo me escapé y fui libre otra vez. Libre para aprovechar los últimos metros del jardín en paz.