A cuantos meses le deben días-Andrea García-SVE en Bélgica

Ya no queda mucho para terminar mi gran experiencia y solo me doy cuenta de ello cuando hecho cuentas al calendario. Nada corre más que este. Solo puedo ver su destello cuando con mis dedos arranco la página del día anterior. Y ahí aparece el nuevo día, el nuevo mes, el nuevo post: Diciembre, Enero, Febrero.

 

Diciembre llegó con su manto blanco de nieve, cubriendo las impurezas del entorno, pero dejando agrietados mis labios. Era la primera vez que veía nevar al mismo tiempo que se hundían en ella mis zapatos.Normalmente, había visto la nieve ya compacta, esperando para derretirse y sin rastro de nubes que dejaran caer aquel polvo blanco. Siempre resulta emocionante ver algo por primera vez.El 23 de Diciembre estuve en Námur con la italiana y la española. En Námur no tuvimos nieve, pero sí millones de cosas para recordar.: sus puestos navideños, su castillo firme e implacable, sus calles estrechas, donde el río Sambre desemboca en el río Mosa. Esta navidad no pasé la noche buena con la familia, si no con mi compañera italiana. Comimos sushi, brindamos por la amistad y vimos una película.

 

 

El 30 de enero dejé Genk para reunirme con mi familia en Almería y pasar lo que quedaba de navidad. Me quede hasta el 10 de enero, pues el 8 de enero era el Námur cumpleaños de mi hermana y no podía perdérmelo. No hace falta que diga que mientras estuve allí me sentí extranjera, como si no perteneciera a ningún sitio. Los días huían de mí y yo solo disfrutaba de cada uno como si fuera la primera vez que veía toda aquella magia que me envolvía. Sin despedidas, solo risas, planes, caminatas, tratando de hacer las noches largas por esos días cortos. Después de todo, había pasado medio año sin todo aquello.

Antes de pasar a Enero, a ver de nuevo a mis "niños" (del trabajo), sentada en la última fila de aquel ryaner, en el avión de ida me encontré con un paisano, un chico de Córdoba, el cual tuve la fortuna de conocer y pasar algunas tardes de cafetería cuando volví a Bélgica, sintiéndonos como en casa. Y al regreso de mis vacaciones, de reiniciar lo que se quedó suspendido, la agenda estaba cargada de eventos: Meeting con los mentores de todos las EVS, junto con las demás EVS y la Coordinadora (en el cual pasamos una noche fuera de Genk, en una casa rural, haciendo actividades de fomento de la empatía, trabajo en equipo y reflexión acerca de los EVS y las dificultades que se encuentran en el trabajo y que afectan a su adaptación y la su auto- aprendizaje), viaje a Amsterdam (visita a un amigo español que conocí en el training para voluntarios), cumpleaños de la italiana, en el cual le preparamos una tarta sorpresa Mariela (la española) y yo. Mi nueva mentora y yo en el meeting Ibtissem (la italiana) y yo.

                                                          Mi nueva mentora y yo en el meeting                                                         Ibtissem (la italiana) y yo. Parque natural de Genk

 

En el trabajo me habían vuelto a cambiar de mentora. Una chica que acababa de llegar a la empresa. De mi edad, súper agradable y simpática. Por otro lado una de las voluntarias había cambiado de proyecto, pero no de organización. Ahora trabaja para el proyecto Zinneke (uno de los desfiles o festivales más representativos de Bruselas que se celebra cada dos años y que en nuestro caso participan muchos de los niños y adolescentes con los que trabajamos. También muchos de los educadores de la organización, incluido los EVS participan, que cada jueves nos reunimos para ir preparándolo. Sin embargo, ella estaría trabajando en el proyecto con los coordinadores, por lo que trabaja más en profundidad sobre esto).

Almere, Holand (visita a Javi, viaje a Amsterdam) 

Pero ella no sería la única que cambiaría de proyecto dentro de la organización. En la tercera semana de Febrero decidí darle un pequeño giro a mi vida en el trabajo. Había estado colaborando con mis compañeros en algunas de sus actividades deportivas e artísticas y había preparado alguna que otra para los niños pero a veces me sentía incompleta e insatisfecha. Finalmente, me reuní con mi coordinadora, mi nueva mentora y el coordinador de mi equipo de trabajo y decidimos cambiarme de proyecto dentro de la misma organización. En esta organización tienen a parte de diferentes áreas de trabajo, diferentes tipos de proyectos. Algunos son: relacionado con Zinneke (el desfile de que se celebra cada dos años pero que durante se preparan y trabajando al redor de ello), proyecto relacionado con las artes escénicas y las habilidades circenses (con materiales de circo, donde se trabaja el equilibrio, la coordinación, etc), otro de fotografía, otro de búsqueda de empleo para los más adultos, etc.

Después de una semana trabajando con mis compañeros y grupo de niños de siempre y tras despedirme de ellos preparándoles unas torrijas, recibí un correo de mi coordinadora. Iba a empezar con el proyecto de artes escénicas y habilidades circenses. Con lo cual estaba más relacionado con el proyecto en el que participaba de Zinneke y podía centrarme más en ello. Por ahora solo llevo dos días trabajando en esto y he de decir que me gusta bastante. Estamos empezando a realizar actividades con los niños de aprendizaje de materiales de circo (diábolo, pedales, kariokas, zancos, toneles etc.) y algunas "actuaciones simulacro" para el gran festival en Mayo ZINNEKE PAREDE.
Aquí os dejo un enlace con parte de la actuación del desfile de hace dos años de mi organización para que os hagáis una idea de lo que se trata.
https://www.youtube.com/watch?v=o9k-Tea7dLc&t=4s
Es solo el desfile de la organización en la que estoy, asi que os animo a que pongáis en instagram #ZINNEKEPARADE para que veáis más fotos y videos. Y por si os interesa asistir será el 12 de mayo en Bruselas. Aquí me despido con una foto de mi último viaje: Düsseldorf.

 

Un abrazo,

Andrea G.  Fdez