El fotoperiodista muestra en Astragal las imágenes por las que recibió el XVI Premio Internacional «Luis Valtueña».
J. L. ARGÜELLES
Lleva casi dos años tendiendo su objetivo hacia quienes son arrojados de sus casas por no poder hacer frente a la hipoteca. Familias expulsadas por la puerta de atrás de un sistema y de una ley que la justicia europea ha calificado de abusiva y contraria al Derecho comunitario. Lo que empezó como un trabajo para la publicación con la que colabora, «Diagonal», se ha convertido hoy en un compromiso ético y estético, en un expresivo y contundente reportaje sobre uno de los ángulos más sombríos de la crisis española. «Mis fotos cuentan el drama de los desahucios desde el lado de las víctimas», afirma Olmo Calvo, que abre hoy una exposición en la sala Astragal.
El fotógrafo, cántabro de 1982 con años de residencia en Madrid, empezó a fotografiar esos desalojos a mediados de 2011. Cubría entonces la información de uno los desahucios que más titulares consumieron, el de una pareja del barrio madrileño de Tetuán que logró la condonación de su deuda a cambio de dar al banco su casa. Era el primer caso en Madrid y llevó a la primera página a la ahora famosa Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PHA). La presión popular obtenía una primera victoria. «Vi que era mucha la gente afectada, que era una historia profunda», explica Olmo Calvo, ganador del XVI Premio Internacional de Fotografía Humanitaria «Luis Valtueña», que convoca anualmente Médicos del Mundo.
Esa galardonada serie de diez imágenes se amplía con otras diez fotos más en «Víctimas de los desahucios», la exposición que inaugura hoy en Astragal, sede del Conseyu de la Mocedá de Xixón. La muestra se incluye dentro de las actividades de las jornadas «De foto», que organiza el Ateneo Obrero. «Es aún un trabajo abierto y en pleno proceso, con el que quiero contar, a partir de varias historias, qué es un desahucio», explica el autor. «Está el drama humano, claro, y también las asambleas de barrio, la lucha de la gente», añade.
¿Por qué ha elegido el blanco y negro para estas imágenes que son de este tiempo, pero que parecen evocar otras de cuando la Gran Depresión de 1929? «He querido dar una homogeneidad a toda la historia. Es una decisión estética, pero también consecuencia de un compromiso. A veces vemos este uso con historias gravísimas de países lejanos, pero lo cierto es que son cosas que también están pasando aquí», cuenta Olmo Calvo.
El fotógrafo lamenta que no pueda dedicarle más tiempo a completar una labor que aún le interesa y mucho: «Quiero contar qué es lo que ha pasado desde que empecé a tomar aquellas primeras imágenes, qué ha sucedido con las personas desahuciadas, con las casas, con las inmobiliarias, con las asambleas de la plataforma (PHA), con la iniciativa legislativa popular (ILP) o con los escraches, que tanto debate generan». Para Olmo Calvo, ese drama de los desahucios, con varios suicidios de españoles que no podían cumplir con las exigencias hipotecarias, tiene que ver con la «falta de derechos». «Es resultado de unas políticas concretas», afirma.