1.538 usuarios en 2012. La asociación Mar de Niebla, que ayer inauguró su nueva sede social en La Calzada, presentó también su memoria de actividades del pasado curso. Un año en el que su actividad se centró fundamentalmente en tres áreas de actuación. Por un lado, de intervención social (263 usuarios), que trabaja con personas que viven en situaciones de exclusión o pertenecen a colectivos vulnerables. Para ellos son proyectos como Eslabón (con 67 participantes), que afecta a quienes no son capaces de obtener ayudas y atraviesan en muchos casos situaciones problemáticas y de marginalidad; otro caso, entre otros, es el del grupo de trabajo de la prisión de Villabona, que desarrolla talleres para un total de 70 reclusos.
También se centran en los niños y jóvenes, ofreciendo iniciativas como la escuela de tiempo libre, un aula de estudio, y programas de dinamización juvenil, entre otros, en los que se han dado cita 389 personas. Pese a todo, la labor de Mar de Niebla en este último año ha estado centrada en la formación e inserció sociolaboral. «Estamos muy preocupados por el desempleo juvenil, pero también por los problemas que los mayores de 35 años se están encontrando para conseguir un trabajo», advirtió, durante la presentación del nuevo espacio, el director de la entidad.
Héctor Colunga repasó el programa M35, orientado específicamente a los desempleados que superan este límite de edad. Además, la asociación ofrece acompañamiento para lograr un empleo y cursos de formación. «Un total de 166 participantes encontraron empleo gracias a estas propuestas», indicó Colunga, quien aseguró que la entidad mantiene contactos con diferentes empresas establecidas en la región. «Tanto para contratos en prácticas como para temporales e indefinidos, porque algunas empresas, aunque lo hagan poco, contratan gente», indicó. Por el área de formación e inserción sociolaboral pasaron 886 personas en 2012. Para ello cuentan con el apoyo de 13 profesionales y 41 voluntarios.
«1.600 metros para soñar»
De todas formas, también hubo tiempo para presentar con todo lujo de detalles las nuevas instalaciones de Mar de Niebla. «Son 1.600 metros para soñar», indicó Héctor Colunga. Un espacio que, eso sí, aún no está totalmente rematado -tan solo tienen abiertos 360 metros cuadrados-, pero en el que uno ya puede recibir consejos y formación en materias de empleo, disfrutar de un ocio alternativo y formar parte de los programas de intervención social que Mar de Niebla pone en marcha, como voluntario o, si las necesidades aprietan, como usuario.
Fue, realmente, una presentación original, en la que se siguió una de las máximas defendidas por uno de los padres fundadores de Estados Unidos, Benjamin Franklin. «Dime y lo olvidaré, enséñame y lo recordaré, involúcrame y lo aprenderé», recordó el director de Mar de Niebla, quien insistió en la necesidad de lograr «un entendimiento» entre los diferentes agentes sociales, tanto de carácter privado como público y asociativo, para dar respuesta a las necesidades sociales.
Una ampliación que permite a la asociación con sede en La Calzada ofrecer espacios en los que llevar a cabo sus propuestas. Allí ahora uno puede encontrarse una mediateca, despachos, una oficina -'la ofi', en la que los usuarios pueden recibir consejos y consultar ofertas laborales-, y dos aulas para usos múltiples. En el espacio colindante, aún diáfano, Mar de Niebla pretende poner en marcha los proyectos en los que están involucrados los niños y jóvenes, y que ya cuentan con más de 70 participantes. «Hay metros para todos», recordó Colunga, a modo de invitación para todas las entidades y asociaciones de la ciudad.