«Caducos» y «alejados de la realidad». Así ven los expertos en toxicomanías los actuales programas de prevención de drogas que se aplican en el medio escolar asturiano. La evaluación realizada por la Facultad de Psicología sobre las actividades preventivas que se desarrollan en el ámbito educativo, un documento adelantado por EL COMERCIO y que pone en tela de juicio gran parte de los actuales programas así como la poca prevención que se lleva a cabo en las aulas, ha reabierto el debate sobre qué se está haciendo en los colegios asturianos para atajar las toxicomanías entre los más jóvenes. A tenor de la visión que ofrecen los autores de esta investigación del Grupo de Conductas Adictivas de la Universidad de Oviedo, la prevención que se está haciendo en los colegios e institutos del Principado es escasa y, además, la poca que se hace es deficiente y de dudosa solvencia científica.
Pese a su contundencia, la conclusión a la que llegaron los autores de esta investigación, la primera que analiza planes escolares de prevención en España, no ha sorprendido a los expertos en drogodependencias. Eduardo Carreño, director de la Clínica Médico-Psicológica Asturias, de Gijón, reconoció que «esto era algo que ya se sabía, aunque ahora lo viene a refrendar una investigación externa», encargada por la propia Consejería de Salud. Carreño recordó que el grupo de trabajo que evalúo la calidad y el impacto de la prevención de drogas en el ámbito escolar «es el mismo que hace años analizó el Plan Regional de Drogas y también el polémico programa de reducción de daños 'Zona Clave'». En ambos casos, las conclusiones fueron poco amables para la Administración, al igual que lo es ahora la evaluación sobre los planes de prevención escolar de drogas, que advierte de que más de la mitad de los centros educativos de Asturias carece de actividades preventivas.
Críticas de los profesores
Al igual que los expertos de la Facultad de Psicología, Eduardo Carreño cree que los actuales planes de prevención «están caducos». Sus contenidos no han sido actualizados. De hecho, esta crítica viene recogida en el estudio, donde los profesores se quejan de la falta de revisión de los contenidos que ellos mismos tienen que impartir a sus alumnos en materia de prevención. Muchos de los programas, entre ellos, 'Órdago' (uno de los más conocidos), fueron elaborados hace más de 15 años, «cuando la problemática sobre las drogas era otra», precisan los especialistas consultados. «El problema es que la Consejería de Salud da dinero a los ayuntamiento para que hagan prevención pero ese dinero queda en casa, ya que la prevención es casi inexistente», insistió Eduardo Carreño.
Quien también se mostró «preocupado» fue el portavoz de asuntos sanitarios del PP, Carlos Galcerán, para quien el estudio de la Universidad de Oviedo constata «el fracaso del Gobierno regional en las políticas de prevención de drogas». El diputado del PP cree que «todos estos años han sido años perdidos» en materia de prevención del consumo de tabaco, alcohol, cannabis y otras sustancias adictivas entre los más jóvenes.
Solvencia científica
Otro de los asuntos espinosos y cuyas conclusiones no han gustado a la Consejería de Salud se refiere a la calidad científica de los planes de prevención utilizados entre el alumnado. Los autores de la investigación alertan sobre la «falta de solvencia científica» de muchas de las actividades que se llevan en las aulas. En este sentido, recuerdan que «para que una intervención pueda ser considerada un programa preventivo se debe contar con algo más que las intenciones declaradas de sus responsables. Han de cumplir ciertos requisitos básicos». En su opinión, «no todos los planes pueden considerarse programas, ya que no reúnen todas las condiciones para ser denominados como tal». Salud ha salido al paso de estas críticas y argumenta que en materia de prevención «es complejo» aplicar planes con evidencia científica, algo que niega el especialista Eduardo Carreño: «Hay muchos con validez científica comprobada», dice.
Finalmente, Carlos Galcerán instó al Principado a «reestructurar el Plan de Drogas para que haya una línea coordinada de actuaciones sanitarias, educativas, legales y políticas». El diputado cree que la evaluación «no es un suspenso a la prevención escolar en materia de drogas sino un suspenso al Gobierno regional».