"Estamos recibiendo muchas llamadas con consultas sobre apuestas a través de servicios de telefonía móvil, y también muchos adictos al juego por internet", indicó a La Voz una de las responsables de la asociación. Por lo general, se trata de padres preocupados porque detectan que sus hijos invierten sumas importantes en este concepto, pero que no están seguros de si se están enfrentando a una ludopatía. "No dicen que a lo mejor el problema no es el juego", añadió esta fuente.
A pesar del interés que el problema suscita en las familias, las terapias de rehabilitación suelen recibir la visita de jugadores adolescentes o jóvenes. "Normalmente, cuando llegan a los grupos de autoayuda están ya arruinados por el bingo y las tragaperras", explicaron desde la asociación, que achacan este retraso a la hora de enfrentarse al problema al sentimiento de vergüenza de los jugadores.
REACIOS A LA TERAPIA Los pocos jóvenes que han admitido en estas reuniones padecer una ludopatía no son constantes con su participación en estos grupos, lamentaron. "Lo que les decimos es lo mismo que yo hice", reconoció esta jugadora anónima. "Lo primero fue ir a las terapias, porque yo sola no podía". La voluntad del afectado es el factor más importante para curar una ludopatía, según los expertos.
En Asturias, la Asociación de Jugadores Anónimos cuenta con tres grupos de autoayuda, que se reúnen dos tardes a la semana en Oviedo, Gijón y Avilés. El fundador del colectivo en el Principado es el mismo que puso en marcha Alcohólicos Anónimos, por lo que ambas organizaciones comparten también el método de los pasos y comparten sus experiencias personales con el resto de participantes de las asambleas.
La inmersión de los jóvenes en los juegos de azar también deja huella en las consultas de los psicólogos, y varias se anuncian como especialistas en ludopatías. Profesionales del ramo consultados coincidieron en que, de forma puntual, se incrementan las consultas de padres alarmados por una posible adicción de los hijos al juego, "muchas veces relacionado con internet". De todos modos, estos psicólogos matizaron que el número de personas que reclaman ayuda de este tipo está aún lejos del de padres preocupados por hijos con una drogadicción.
Las casas de apuestas online y póker más anunciadas solicitan una confirmación de la mayoría de edad del jugador, por lo que no es frecuente que estas ludopatías se den en menores de edad. Además de estos sitios webs, no es difícil encontrar foros en los que jóvenes asturianos se dan cita para improvisar una timba.