La «Zona Clave», otra vez en polémica

Uno de los folletos de «Zona Clave»
El Conseyu de la Mocedá reclama a Salud la propiedad intelectual de la campaña de reducción de riesgos por las drogas.
La campaña de reducción de riesgos «Zona Clave», con la que voluntarios del Conseyu de la Mocedá de Gijón llevan años interviniendo en las zonas de «movida» juvenil ofreciendo información sobre cómo drogarse con menor riesgo para la salud o evitando la comisión de delitos graves, vuelve a estar envuelta en polémica. Esta vez ya no son los ataques del PP, ni las denuncias del Colegio de Médicos, ni las advertencias del fiscal antidroga o el Defensor del Pueblo por lo «excesivas» o «sesgadas» de algunas de las informaciones que se trasladaban a los jóvenes. En esta ocasión quien podría haber dejado de confiar en la conveniencia de seguir usando unas campañas tan agresivas son las autoridades sanitarias regionales, precisamente las que siempre respaldaron «Zona Clave» de los múltiples ataques y las que la financiaban.

Jordi Suárez, portavoz del Conseyu de la Mocedá de Gijón, ha reclamado al Principado la autoría y la propiedad intelectual de una campaña de la que acaban de quedar excluidos. Hace poco mas de un mes, por carta, el responsable del Plan Regional sobre Drogas les comunicó que los problemas presupuestarios y una nueva línea de trabajo les dejaba apartados del proyecto de «Zona Clave», que ellos desarrollaban en Gijón. Esta semana, en una reunión, se ratificó su exclusión.

«Llevamos diez años involucrados en ese proyecto de reducción del riesgos y ha habido muchos técnicos y muchos voluntarios implicados para que ahora nos aparten y se queden con una idea que nosotros pusimos en marcha. Reclamamos la propiedad intelectual del programa, de las marcas y de la página web, que tenemos registrada a nuestro nombre», indicó ayer Jordi Suárez.

Suárez explicó que hace ya varios años que, en su opinión, se ha ido menguando lo que fue «un programa ambicioso», de ahí que su colaboración con la Consejería -a través de un convenio por el que recibían 24.000 euros anuales- se mantenía, pero envuelta en discrepancias. «Nosotros queríamos ir más allá con la prevención y planteamos que, por ejemplo, podíamos repartir entre los consumidores de cocaína unos rulos (un canuto que se usa para el consumo) que llevan eslóganes para que no se compartan, y así evitar riesgos. Es una iniciativa que ya hacen en Barcelona y nos parece adecuada. Pero ahora en el Principado hemos vuelto a las campañas de prevención de toda la vida, las que llevan en práctica desde los años 80, y que están absolutamente superadas», apuntó Suárez. Para el portavoz del Conseyu, una idea de trabajo distinta nunca podría suponer «que nos quiten un proyecto que es nuestro».